Egresados necesitan resolver problemas
Alex Sanciprián
En el terreno de las problemáticas específicas nada como la aplicación de esa combinatoria de conocimiento, experiencia y voluntad política. Las tareas de las nuevas generaciones de agrónomos egresados de Chapingo se efectúan en esa necesaria tercia de factores. El doctor Raúl Nieto Ángel, director del Departamento de Fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo habla, con énfasis y optimismo, del potencial de llevar a buen puerto programas productivos y demás estrategias de desarrollo generados por esta emblemática institución de educación superior de México.
Chapingo y sus egresados necesitan resolver problemas, estar más en el campo, enfrentarse a la realidad. A partir de 2007 se ha buscado que esa vinculación con el campo crezca.
Los agrónomos deben formarse la mitad del tiempo en las aulas y la otra en el campo. Hay que enfrentarse a la realidad.
Ahora en esta nueva administración en Fitotecnia queremos desarrollar con mayor intensidad la vinculación social. Es uno de los pendientes que tenemos. Ahora bien, debo señalar también, a nivel general, que aún falta que la UACh defina las políticas de desarrollo. Nos hemos quedado cortos en ese sentido.
Al respecto, hemos advertido que en la actualidad los muchachos se van a sus estancias con las mismas exigencias que tienen aquí en Chapingo; es decir, quieren todas las comodidades de alojamiento, de transporte, de alimentación, y cuando están afuera se dan cuenta que la realidad es otra. De tal manera, paulatinamente van cambiando de actitud. Después de tres meses regresan con otra idea. Vuelven sin exigir.
Es necesario fomentar ese cambio de actitud y responsabilidad en las nuevas generaciones de agrónomos. Es conveniente fortalecer el extensionismo rural. Es lo que queremos hacer.
Buscamos perfilar a los estudiantes en ese sentido. Quien tiene que resolver problemas específicos es el extensionista, no el gobierno ni los políticos. Ellos deben apoyar al técnico-extensionista para que resuelva.
El gobierno federal apoya a la gente del medio rural con dos programas: Procampo y Oportunidades. Nosotros pensamos que esos programas son susceptibles de ajustes. Hasta ahora han alentado cierto conformismo entre los productores y el recurso que reciben no lo utilizan del todo para la producción. Estos programas deben cambiar, quitarle ese enfoque asistencialista y enfocarse a la parte del empleo temporal. Hay que pagar a los campesinos por cada acción que hagan dentro de esa modalidad de empleo temporal.
Del Centro al Sur del país el 78 por ciento de los productores son de subsistencia. Ellos no pueden ser empresarios. Hay que apoyarles en su condición de productores de subsistencia, pero que generen su propio empleo. Existe cerca del 15 % de productores que están en la etapa de transición: de ser de subsistencia a empresarios. El Estado debería apoyarles con el 50 %. Otro 7 % son ya productores empresariales. Aquí el apoyo debe ser con crédito, en condiciones preferenciales, para que en cuatro o seis años paguen lo que se les ha prestado.
El año pasado el gobierno poblano indemnizó 300 mil hectáreas de maíz por sequía. Junto, había árboles frutales que estaban como si no hubiera pasado nada. El maíz, el trigo, el fríjol y la mayoría de cultivos anuales tienen una profundidad de desarrollo del sistema radical de 30 a 45 centímetros. Al no haber lluvia se pierde con facilidad el agua por evaporación y filtración. El árbol frutal puede profundizar su sistema radical hasta 30 metros. Por eso es evidente el potencial frutícola del Centro del país. Es conveniente buscar que tipo de especie debe desarrollarse.
En Puebla hemos trabajado ya con alrededor de 800 personas en un programa productivo que se le ha denominado “Rescate de árboles frutales, mediante la poda y el control fitosanitario”.
Para 2009 se consiguió rescatar cerca de 15 mil hectáreas de árboles frutales, a través de la organización de productores y en grupos de 20 personas. Dimos dos cursos de capacitación práctica de poda de formación y fitosanitaria. El gobierno estatal nos ha apoyado con el 100 % de esa capacitación, el 70 % de la herramienta y la maquinaria y con lo del empleo temporal. Esto es, con cada acción que hagan ellos en sus árboles, en sus parcelas el gobierno estatal les paga hasta 102 pesos al día.
En cuanto a los insumos para las tareas fitosanitarias el apoyo es del 50 % y el resto lo pone el dueño de la parcela. Ha dado buenos resultados este programa.
Ahora para 2010 se ha ampliado el programa a 40 grupos más. Se cuenta con 13 grupos para árboles frutales y 27 (brigadas de 30 personas) para el rescate de cafetales. El compromiso, al respecto, es rescatar 17 mil hectáreas que han sido afectadas por heladas. Está en proceso la consideración de este programa en la Cámara de Diputados para que se ponga en marcha a nivel nacional.
Fitotecnia es uno de los Departamentos de la Universidad Autónoma Chapingo que ha definido algunas de las políticas de desarrollo institucional. Aquí se han generado las estancias pre-profesionales. Se ha afianzado, con creces, la vinculación con los sectores privado y público. De Fitotecnia se han generado los primeros postgrados.
Entonces, impulsaremos la vinculación desde el servicio social y de las estancias pre profesionales. El punto es que los estudiantes pongan en práctica lo que han aprendido, lo que saben y además se dé cuenta de la realidad tal cual y enfrentarla.
De las estancias y el servicio social para agrónomos no existe ningún programa. Nosotros queremos, desde la administración de Fitotecnia, buscar el recurso para que los distintos gobiernos municipales, estatales o federal o grupos de productores apoyen a los estudiantes que realizan esas tareas.
Así es posible pedir cuentas al técnico por el desarrollo de alternativas, que proponga, que resuelva. Lo que sucede ahora es que hacen el servicio social y las estancias pre profesionales y nadie les da nada, nadie puede exigirles nada.
Con la experiencia del 2009 se ha conseguido que la Secretaría de Desarrollo Rural del gobierno de Puebla apoye con 3.5 millones de pesos para becas, servicio social y estancias, exclusivamente. Son 200 estudiantes distribuidos en todo el estado poblano enfrentándose a la realidad. Ellos y nosotros tenemos que presentarles a las autoridades productos, paquetes tecnológicos, capacitación a productores, elaboración y desarrollo de proyectos.
En perspectiva, en cuatro años se verán resultados, soluciones a los problemas del campo poblano.
De igual manera, hay otras experiencias, como en Jalisco. Ahí se ha puesto en marcha un fideicomiso para la producción y mejoramiento del maíz. Son 16 estudiantes que ahora hacen labor allá. Se les apoya con una beca mensual (por cuatro meses) de 21 mil pesos.
El gobierno poblano ha solicitado el asesoramiento de maestros de Chapingo para los técnicos que trabajan en el Programa SOPORTE.
El Ayuntamiento de Texcoco, a través del ingeniero Amado Acosta García, ofrece 70 becas para que dos técnicos por comunidad en la región. Son becas de mil pesos por seis meses. Estamos en la fase de la elaboración del convenio.
Otro estado que se ha apuntado es Chiapas. La intención es que se vayan estudiantes a realizar servicio social y estancias, así como el desarrollo de proyectos productivos.
En Hidalgo se llevan a cabo trabajos relativos al uso y aprovechamiento de aguas residuales. Estamos elaborando, junto con los Secretarios de Desarrollo Rural de los estados del Centro del país, un programa para el establecimiento de mil hectáreas de tejocote. Pugnaremos por el desarrollo frutícola en el Centro de México. Hay potencial en esta región.
Por otro lado, queremos difundir, con mayor énfasis, el quehacer de Fitotecnia con publicaciones, libros para todos los niveles, videos para problemáticas específicas, así como la asistencia a ferias y congresos.
Alex Sanciprián
En el terreno de las problemáticas específicas nada como la aplicación de esa combinatoria de conocimiento, experiencia y voluntad política. Las tareas de las nuevas generaciones de agrónomos egresados de Chapingo se efectúan en esa necesaria tercia de factores. El doctor Raúl Nieto Ángel, director del Departamento de Fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo habla, con énfasis y optimismo, del potencial de llevar a buen puerto programas productivos y demás estrategias de desarrollo generados por esta emblemática institución de educación superior de México.
Chapingo y sus egresados necesitan resolver problemas, estar más en el campo, enfrentarse a la realidad. A partir de 2007 se ha buscado que esa vinculación con el campo crezca.
Los agrónomos deben formarse la mitad del tiempo en las aulas y la otra en el campo. Hay que enfrentarse a la realidad.
Ahora en esta nueva administración en Fitotecnia queremos desarrollar con mayor intensidad la vinculación social. Es uno de los pendientes que tenemos. Ahora bien, debo señalar también, a nivel general, que aún falta que la UACh defina las políticas de desarrollo. Nos hemos quedado cortos en ese sentido.
Al respecto, hemos advertido que en la actualidad los muchachos se van a sus estancias con las mismas exigencias que tienen aquí en Chapingo; es decir, quieren todas las comodidades de alojamiento, de transporte, de alimentación, y cuando están afuera se dan cuenta que la realidad es otra. De tal manera, paulatinamente van cambiando de actitud. Después de tres meses regresan con otra idea. Vuelven sin exigir.
Es necesario fomentar ese cambio de actitud y responsabilidad en las nuevas generaciones de agrónomos. Es conveniente fortalecer el extensionismo rural. Es lo que queremos hacer.
Buscamos perfilar a los estudiantes en ese sentido. Quien tiene que resolver problemas específicos es el extensionista, no el gobierno ni los políticos. Ellos deben apoyar al técnico-extensionista para que resuelva.
El gobierno federal apoya a la gente del medio rural con dos programas: Procampo y Oportunidades. Nosotros pensamos que esos programas son susceptibles de ajustes. Hasta ahora han alentado cierto conformismo entre los productores y el recurso que reciben no lo utilizan del todo para la producción. Estos programas deben cambiar, quitarle ese enfoque asistencialista y enfocarse a la parte del empleo temporal. Hay que pagar a los campesinos por cada acción que hagan dentro de esa modalidad de empleo temporal.
Del Centro al Sur del país el 78 por ciento de los productores son de subsistencia. Ellos no pueden ser empresarios. Hay que apoyarles en su condición de productores de subsistencia, pero que generen su propio empleo. Existe cerca del 15 % de productores que están en la etapa de transición: de ser de subsistencia a empresarios. El Estado debería apoyarles con el 50 %. Otro 7 % son ya productores empresariales. Aquí el apoyo debe ser con crédito, en condiciones preferenciales, para que en cuatro o seis años paguen lo que se les ha prestado.
El año pasado el gobierno poblano indemnizó 300 mil hectáreas de maíz por sequía. Junto, había árboles frutales que estaban como si no hubiera pasado nada. El maíz, el trigo, el fríjol y la mayoría de cultivos anuales tienen una profundidad de desarrollo del sistema radical de 30 a 45 centímetros. Al no haber lluvia se pierde con facilidad el agua por evaporación y filtración. El árbol frutal puede profundizar su sistema radical hasta 30 metros. Por eso es evidente el potencial frutícola del Centro del país. Es conveniente buscar que tipo de especie debe desarrollarse.
En Puebla hemos trabajado ya con alrededor de 800 personas en un programa productivo que se le ha denominado “Rescate de árboles frutales, mediante la poda y el control fitosanitario”.
Para 2009 se consiguió rescatar cerca de 15 mil hectáreas de árboles frutales, a través de la organización de productores y en grupos de 20 personas. Dimos dos cursos de capacitación práctica de poda de formación y fitosanitaria. El gobierno estatal nos ha apoyado con el 100 % de esa capacitación, el 70 % de la herramienta y la maquinaria y con lo del empleo temporal. Esto es, con cada acción que hagan ellos en sus árboles, en sus parcelas el gobierno estatal les paga hasta 102 pesos al día.
En cuanto a los insumos para las tareas fitosanitarias el apoyo es del 50 % y el resto lo pone el dueño de la parcela. Ha dado buenos resultados este programa.
Ahora para 2010 se ha ampliado el programa a 40 grupos más. Se cuenta con 13 grupos para árboles frutales y 27 (brigadas de 30 personas) para el rescate de cafetales. El compromiso, al respecto, es rescatar 17 mil hectáreas que han sido afectadas por heladas. Está en proceso la consideración de este programa en la Cámara de Diputados para que se ponga en marcha a nivel nacional.
Fitotecnia es uno de los Departamentos de la Universidad Autónoma Chapingo que ha definido algunas de las políticas de desarrollo institucional. Aquí se han generado las estancias pre-profesionales. Se ha afianzado, con creces, la vinculación con los sectores privado y público. De Fitotecnia se han generado los primeros postgrados.
Entonces, impulsaremos la vinculación desde el servicio social y de las estancias pre profesionales. El punto es que los estudiantes pongan en práctica lo que han aprendido, lo que saben y además se dé cuenta de la realidad tal cual y enfrentarla.
De las estancias y el servicio social para agrónomos no existe ningún programa. Nosotros queremos, desde la administración de Fitotecnia, buscar el recurso para que los distintos gobiernos municipales, estatales o federal o grupos de productores apoyen a los estudiantes que realizan esas tareas.
Así es posible pedir cuentas al técnico por el desarrollo de alternativas, que proponga, que resuelva. Lo que sucede ahora es que hacen el servicio social y las estancias pre profesionales y nadie les da nada, nadie puede exigirles nada.
Con la experiencia del 2009 se ha conseguido que la Secretaría de Desarrollo Rural del gobierno de Puebla apoye con 3.5 millones de pesos para becas, servicio social y estancias, exclusivamente. Son 200 estudiantes distribuidos en todo el estado poblano enfrentándose a la realidad. Ellos y nosotros tenemos que presentarles a las autoridades productos, paquetes tecnológicos, capacitación a productores, elaboración y desarrollo de proyectos.
En perspectiva, en cuatro años se verán resultados, soluciones a los problemas del campo poblano.
De igual manera, hay otras experiencias, como en Jalisco. Ahí se ha puesto en marcha un fideicomiso para la producción y mejoramiento del maíz. Son 16 estudiantes que ahora hacen labor allá. Se les apoya con una beca mensual (por cuatro meses) de 21 mil pesos.
El gobierno poblano ha solicitado el asesoramiento de maestros de Chapingo para los técnicos que trabajan en el Programa SOPORTE.
El Ayuntamiento de Texcoco, a través del ingeniero Amado Acosta García, ofrece 70 becas para que dos técnicos por comunidad en la región. Son becas de mil pesos por seis meses. Estamos en la fase de la elaboración del convenio.
Otro estado que se ha apuntado es Chiapas. La intención es que se vayan estudiantes a realizar servicio social y estancias, así como el desarrollo de proyectos productivos.
En Hidalgo se llevan a cabo trabajos relativos al uso y aprovechamiento de aguas residuales. Estamos elaborando, junto con los Secretarios de Desarrollo Rural de los estados del Centro del país, un programa para el establecimiento de mil hectáreas de tejocote. Pugnaremos por el desarrollo frutícola en el Centro de México. Hay potencial en esta región.
Por otro lado, queremos difundir, con mayor énfasis, el quehacer de Fitotecnia con publicaciones, libros para todos los niveles, videos para problemáticas específicas, así como la asistencia a ferias y congresos.
Requiere Chapingo estar más directo en el campo
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Egresados necesitan resolver problemas
Alex Sanciprián
En el terreno de las problemáticas específicas nada como la aplicación de esa combinatoria de conocimiento, experiencia y voluntad política. Las tareas de las nuevas generaciones de agrónomos egresados de Chapingo se efectúan en esa necesaria tercia de factores. El doctor Raúl Nieto Ángel, director del Departamento de Fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo habla, con énfasis y optimismo, del potencial de llevar a buen puerto programas productivos y demás estrategias de desarrollo generados por esta emblemática institución de educación superior de México.
Chapingo y sus egresados necesitan resolver problemas, estar más en el campo, enfrentarse a la realidad. A partir de 2007 se ha buscado que esa vinculación con el campo crezca.
Los agrónomos deben formarse la mitad del tiempo en las aulas y la otra en el campo. Hay que enfrentarse a la realidad.
Ahora en esta nueva administración en Fitotecnia queremos desarrollar con mayor intensidad la vinculación social. Es uno de los pendientes que tenemos. Ahora bien, debo señalar también, a nivel general, que aún falta que la UACh defina las políticas de desarrollo. Nos hemos quedado cortos en ese sentido.
Al respecto, hemos advertido que en la actualidad los muchachos se van a sus estancias con las mismas exigencias que tienen aquí en Chapingo; es decir, quieren todas las comodidades de alojamiento, de transporte, de alimentación, y cuando están afuera se dan cuenta que la realidad es otra. De tal manera, paulatinamente van cambiando de actitud. Después de tres meses regresan con otra idea. Vuelven sin exigir.
Es necesario fomentar ese cambio de actitud y responsabilidad en las nuevas generaciones de agrónomos. Es conveniente fortalecer el extensionismo rural. Es lo que queremos hacer.
Buscamos perfilar a los estudiantes en ese sentido. Quien tiene que resolver problemas específicos es el extensionista, no el gobierno ni los políticos. Ellos deben apoyar al técnico-extensionista para que resuelva.
El gobierno federal apoya a la gente del medio rural con dos programas: Procampo y Oportunidades. Nosotros pensamos que esos programas son susceptibles de ajustes. Hasta ahora han alentado cierto conformismo entre los productores y el recurso que reciben no lo utilizan del todo para la producción. Estos programas deben cambiar, quitarle ese enfoque asistencialista y enfocarse a la parte del empleo temporal. Hay que pagar a los campesinos por cada acción que hagan dentro de esa modalidad de empleo temporal.
Del Centro al Sur del país el 78 por ciento de los productores son de subsistencia. Ellos no pueden ser empresarios. Hay que apoyarles en su condición de productores de subsistencia, pero que generen su propio empleo. Existe cerca del 15 % de productores que están en la etapa de transición: de ser de subsistencia a empresarios. El Estado debería apoyarles con el 50 %. Otro 7 % son ya productores empresariales. Aquí el apoyo debe ser con crédito, en condiciones preferenciales, para que en cuatro o seis años paguen lo que se les ha prestado.
El año pasado el gobierno poblano indemnizó 300 mil hectáreas de maíz por sequía. Junto, había árboles frutales que estaban como si no hubiera pasado nada. El maíz, el trigo, el fríjol y la mayoría de cultivos anuales tienen una profundidad de desarrollo del sistema radical de 30 a 45 centímetros. Al no haber lluvia se pierde con facilidad el agua por evaporación y filtración. El árbol frutal puede profundizar su sistema radical hasta 30 metros. Por eso es evidente el potencial frutícola del Centro del país. Es conveniente buscar que tipo de especie debe desarrollarse.
En Puebla hemos trabajado ya con alrededor de 800 personas en un programa productivo que se le ha denominado “Rescate de árboles frutales, mediante la poda y el control fitosanitario”.
Para 2009 se consiguió rescatar cerca de 15 mil hectáreas de árboles frutales, a través de la organización de productores y en grupos de 20 personas. Dimos dos cursos de capacitación práctica de poda de formación y fitosanitaria. El gobierno estatal nos ha apoyado con el 100 % de esa capacitación, el 70 % de la herramienta y la maquinaria y con lo del empleo temporal. Esto es, con cada acción que hagan ellos en sus árboles, en sus parcelas el gobierno estatal les paga hasta 102 pesos al día.
En cuanto a los insumos para las tareas fitosanitarias el apoyo es del 50 % y el resto lo pone el dueño de la parcela. Ha dado buenos resultados este programa.
Ahora para 2010 se ha ampliado el programa a 40 grupos más. Se cuenta con 13 grupos para árboles frutales y 27 (brigadas de 30 personas) para el rescate de cafetales. El compromiso, al respecto, es rescatar 17 mil hectáreas que han sido afectadas por heladas. Está en proceso la consideración de este programa en la Cámara de Diputados para que se ponga en marcha a nivel nacional.
Fitotecnia es uno de los Departamentos de la Universidad Autónoma Chapingo que ha definido algunas de las políticas de desarrollo institucional. Aquí se han generado las estancias pre-profesionales. Se ha afianzado, con creces, la vinculación con los sectores privado y público. De Fitotecnia se han generado los primeros postgrados.
Entonces, impulsaremos la vinculación desde el servicio social y de las estancias pre profesionales. El punto es que los estudiantes pongan en práctica lo que han aprendido, lo que saben y además se dé cuenta de la realidad tal cual y enfrentarla.
De las estancias y el servicio social para agrónomos no existe ningún programa. Nosotros queremos, desde la administración de Fitotecnia, buscar el recurso para que los distintos gobiernos municipales, estatales o federal o grupos de productores apoyen a los estudiantes que realizan esas tareas.
Así es posible pedir cuentas al técnico por el desarrollo de alternativas, que proponga, que resuelva. Lo que sucede ahora es que hacen el servicio social y las estancias pre profesionales y nadie les da nada, nadie puede exigirles nada.
Con la experiencia del 2009 se ha conseguido que la Secretaría de Desarrollo Rural del gobierno de Puebla apoye con 3.5 millones de pesos para becas, servicio social y estancias, exclusivamente. Son 200 estudiantes distribuidos en todo el estado poblano enfrentándose a la realidad. Ellos y nosotros tenemos que presentarles a las autoridades productos, paquetes tecnológicos, capacitación a productores, elaboración y desarrollo de proyectos.
En perspectiva, en cuatro años se verán resultados, soluciones a los problemas del campo poblano.
De igual manera, hay otras experiencias, como en Jalisco. Ahí se ha puesto en marcha un fideicomiso para la producción y mejoramiento del maíz. Son 16 estudiantes que ahora hacen labor allá. Se les apoya con una beca mensual (por cuatro meses) de 21 mil pesos.
El gobierno poblano ha solicitado el asesoramiento de maestros de Chapingo para los técnicos que trabajan en el Programa SOPORTE.
El Ayuntamiento de Texcoco, a través del ingeniero Amado Acosta García, ofrece 70 becas para que dos técnicos por comunidad en la región. Son becas de mil pesos por seis meses. Estamos en la fase de la elaboración del convenio.
Otro estado que se ha apuntado es Chiapas. La intención es que se vayan estudiantes a realizar servicio social y estancias, así como el desarrollo de proyectos productivos.
En Hidalgo se llevan a cabo trabajos relativos al uso y aprovechamiento de aguas residuales. Estamos elaborando, junto con los Secretarios de Desarrollo Rural de los estados del Centro del país, un programa para el establecimiento de mil hectáreas de tejocote. Pugnaremos por el desarrollo frutícola en el Centro de México. Hay potencial en esta región.
Por otro lado, queremos difundir, con mayor énfasis, el quehacer de Fitotecnia con publicaciones, libros para todos los niveles, videos para problemáticas específicas, así como la asistencia a ferias y congresos.
Alex Sanciprián
En el terreno de las problemáticas específicas nada como la aplicación de esa combinatoria de conocimiento, experiencia y voluntad política. Las tareas de las nuevas generaciones de agrónomos egresados de Chapingo se efectúan en esa necesaria tercia de factores. El doctor Raúl Nieto Ángel, director del Departamento de Fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo habla, con énfasis y optimismo, del potencial de llevar a buen puerto programas productivos y demás estrategias de desarrollo generados por esta emblemática institución de educación superior de México.
Chapingo y sus egresados necesitan resolver problemas, estar más en el campo, enfrentarse a la realidad. A partir de 2007 se ha buscado que esa vinculación con el campo crezca.
Los agrónomos deben formarse la mitad del tiempo en las aulas y la otra en el campo. Hay que enfrentarse a la realidad.
Ahora en esta nueva administración en Fitotecnia queremos desarrollar con mayor intensidad la vinculación social. Es uno de los pendientes que tenemos. Ahora bien, debo señalar también, a nivel general, que aún falta que la UACh defina las políticas de desarrollo. Nos hemos quedado cortos en ese sentido.
Al respecto, hemos advertido que en la actualidad los muchachos se van a sus estancias con las mismas exigencias que tienen aquí en Chapingo; es decir, quieren todas las comodidades de alojamiento, de transporte, de alimentación, y cuando están afuera se dan cuenta que la realidad es otra. De tal manera, paulatinamente van cambiando de actitud. Después de tres meses regresan con otra idea. Vuelven sin exigir.
Es necesario fomentar ese cambio de actitud y responsabilidad en las nuevas generaciones de agrónomos. Es conveniente fortalecer el extensionismo rural. Es lo que queremos hacer.
Buscamos perfilar a los estudiantes en ese sentido. Quien tiene que resolver problemas específicos es el extensionista, no el gobierno ni los políticos. Ellos deben apoyar al técnico-extensionista para que resuelva.
El gobierno federal apoya a la gente del medio rural con dos programas: Procampo y Oportunidades. Nosotros pensamos que esos programas son susceptibles de ajustes. Hasta ahora han alentado cierto conformismo entre los productores y el recurso que reciben no lo utilizan del todo para la producción. Estos programas deben cambiar, quitarle ese enfoque asistencialista y enfocarse a la parte del empleo temporal. Hay que pagar a los campesinos por cada acción que hagan dentro de esa modalidad de empleo temporal.
Del Centro al Sur del país el 78 por ciento de los productores son de subsistencia. Ellos no pueden ser empresarios. Hay que apoyarles en su condición de productores de subsistencia, pero que generen su propio empleo. Existe cerca del 15 % de productores que están en la etapa de transición: de ser de subsistencia a empresarios. El Estado debería apoyarles con el 50 %. Otro 7 % son ya productores empresariales. Aquí el apoyo debe ser con crédito, en condiciones preferenciales, para que en cuatro o seis años paguen lo que se les ha prestado.
El año pasado el gobierno poblano indemnizó 300 mil hectáreas de maíz por sequía. Junto, había árboles frutales que estaban como si no hubiera pasado nada. El maíz, el trigo, el fríjol y la mayoría de cultivos anuales tienen una profundidad de desarrollo del sistema radical de 30 a 45 centímetros. Al no haber lluvia se pierde con facilidad el agua por evaporación y filtración. El árbol frutal puede profundizar su sistema radical hasta 30 metros. Por eso es evidente el potencial frutícola del Centro del país. Es conveniente buscar que tipo de especie debe desarrollarse.
En Puebla hemos trabajado ya con alrededor de 800 personas en un programa productivo que se le ha denominado “Rescate de árboles frutales, mediante la poda y el control fitosanitario”.
Para 2009 se consiguió rescatar cerca de 15 mil hectáreas de árboles frutales, a través de la organización de productores y en grupos de 20 personas. Dimos dos cursos de capacitación práctica de poda de formación y fitosanitaria. El gobierno estatal nos ha apoyado con el 100 % de esa capacitación, el 70 % de la herramienta y la maquinaria y con lo del empleo temporal. Esto es, con cada acción que hagan ellos en sus árboles, en sus parcelas el gobierno estatal les paga hasta 102 pesos al día.
En cuanto a los insumos para las tareas fitosanitarias el apoyo es del 50 % y el resto lo pone el dueño de la parcela. Ha dado buenos resultados este programa.
Ahora para 2010 se ha ampliado el programa a 40 grupos más. Se cuenta con 13 grupos para árboles frutales y 27 (brigadas de 30 personas) para el rescate de cafetales. El compromiso, al respecto, es rescatar 17 mil hectáreas que han sido afectadas por heladas. Está en proceso la consideración de este programa en la Cámara de Diputados para que se ponga en marcha a nivel nacional.
Fitotecnia es uno de los Departamentos de la Universidad Autónoma Chapingo que ha definido algunas de las políticas de desarrollo institucional. Aquí se han generado las estancias pre-profesionales. Se ha afianzado, con creces, la vinculación con los sectores privado y público. De Fitotecnia se han generado los primeros postgrados.
Entonces, impulsaremos la vinculación desde el servicio social y de las estancias pre profesionales. El punto es que los estudiantes pongan en práctica lo que han aprendido, lo que saben y además se dé cuenta de la realidad tal cual y enfrentarla.
De las estancias y el servicio social para agrónomos no existe ningún programa. Nosotros queremos, desde la administración de Fitotecnia, buscar el recurso para que los distintos gobiernos municipales, estatales o federal o grupos de productores apoyen a los estudiantes que realizan esas tareas.
Así es posible pedir cuentas al técnico por el desarrollo de alternativas, que proponga, que resuelva. Lo que sucede ahora es que hacen el servicio social y las estancias pre profesionales y nadie les da nada, nadie puede exigirles nada.
Con la experiencia del 2009 se ha conseguido que la Secretaría de Desarrollo Rural del gobierno de Puebla apoye con 3.5 millones de pesos para becas, servicio social y estancias, exclusivamente. Son 200 estudiantes distribuidos en todo el estado poblano enfrentándose a la realidad. Ellos y nosotros tenemos que presentarles a las autoridades productos, paquetes tecnológicos, capacitación a productores, elaboración y desarrollo de proyectos.
En perspectiva, en cuatro años se verán resultados, soluciones a los problemas del campo poblano.
De igual manera, hay otras experiencias, como en Jalisco. Ahí se ha puesto en marcha un fideicomiso para la producción y mejoramiento del maíz. Son 16 estudiantes que ahora hacen labor allá. Se les apoya con una beca mensual (por cuatro meses) de 21 mil pesos.
El gobierno poblano ha solicitado el asesoramiento de maestros de Chapingo para los técnicos que trabajan en el Programa SOPORTE.
El Ayuntamiento de Texcoco, a través del ingeniero Amado Acosta García, ofrece 70 becas para que dos técnicos por comunidad en la región. Son becas de mil pesos por seis meses. Estamos en la fase de la elaboración del convenio.
Otro estado que se ha apuntado es Chiapas. La intención es que se vayan estudiantes a realizar servicio social y estancias, así como el desarrollo de proyectos productivos.
En Hidalgo se llevan a cabo trabajos relativos al uso y aprovechamiento de aguas residuales. Estamos elaborando, junto con los Secretarios de Desarrollo Rural de los estados del Centro del país, un programa para el establecimiento de mil hectáreas de tejocote. Pugnaremos por el desarrollo frutícola en el Centro de México. Hay potencial en esta región.
Por otro lado, queremos difundir, con mayor énfasis, el quehacer de Fitotecnia con publicaciones, libros para todos los niveles, videos para problemáticas específicas, así como la asistencia a ferias y congresos.
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