AYAPANGO MUESTRA SU AUTENTICIDAD Y CARÁCTER PINTORESCO A LOS VISITANTESEntre sus atractivos se encuentran sus productos lácteos artesanales
Enmarcado en los más claros paisajes boscosos y al pie de los volcanes Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, el pueblo de Ayapango es un lugar como pocos en México: tranquilo y apacible, donde se recuerda la serena vida rural de finales del siglo XIX.
A decir de María Guadalupe Monter Flores, secretaria de Turismo, Ayapango es una antigua población dotada de típicas características, calles empedradas y casas con techos a dos aguas que, en conjunto, forman un cuadro digno de ser rescatado a través de la pintura o fotografía.
Este destino mexiquense fue nombrado por el gobernador Enrique Peña Nieto como Pueblo con Encanto del Bicentenario, en el marco de las celebraciones de los 200 años del inicio de la lucha por la libertad, con el objetivo de reconocer las localidades que han sabido preservar su riqueza cultural e histórica mostrando su autenticidad, encanto ancestral y carácter pintoresco.
Ayapango, Pueblo con Encanto del Bicentenario, ofrece al visitante un agradable clima de montaña seguro y tranquilo, con servicios ligados a la salud y al contacto con la naturaleza. Es un lugar para recorrerse sin prisas y respirar el más puro estilo campirano mexicano.
Para iniciar el paseo se recomienda visitar la arbolada Parroquia y Exconvento de Santiago Apostol; si la visita se puede ajustar a los días previos al 25 de junio, fecha en la que se celebra al santo patrono, podrá disfrutar de las danzas clásicas de la región acompañadas de música de viento como la Danza de los Moros y Cristianos o la Danza de los Chinelos.
La visita obliga a llevarse alguna de las artesanías del lugar como los objetos tallados en madera, la pintura al óleo, tarjetería española y los cuadros de diversos motivos, elaborados con semillas de muchas y muy diversas variedades.
Es obligado también visitar las granjas donde se venden productos lácteos, que han dado fama a la región por los quesos de San Cristobal Poxtla, una delegación municipal, por lo que es posible encontrar estos productos elaborados de manera artesanal y con los más altos estándares de higiene.
Otros atractivos de Ayapango son las ruinas del ex convento El Calvario, mismo que se encuentran sobre un páramo de piedra volcánica, situación que ofrece una magnifica vista del campo mexiquense y debe aprovecharse para dejar volar la imaginación con los sonidos de la campiña, pues el lugar, aunque en ruinas, tiene ese relajante silencio que ofrecen los sitios religiosos.
De regreso a la cabecera municipal, el Pueblo con Encanto nos ofrece la vista arquitectónica de sus casas antiguas que conservan un estilo afrancesado, tanto por la forma como por el material con el que están construidas. Las paredes son de gruesos adobes; sus techos de dos aguas con tapancos de madera para guardar el maíz y recubiertos con tejas planas de barro y con grandes patios.
Al final, el recorrido parsimonioso de este lugar nos puede dejar satisfechos, pues es un hecho que la contemplación de sus calles, casas y sus claros cielos, así como la tranquilidad alejada de la frenética ciudad, nos permite gozar de la tradicional estética de este pueblo con encanto.
Ayapango es una opción que propone la Secretaría de Turismo del gobierno del Estado de México, dentro del programa Pueblos con Encanto del Bicentenario, instrumentado por el titular del Ejecutivo estatal, a fin de impulsar el turismo en las diferentes regiones del territorio mexiquense.
Ayapango se localiza aproximadamente a 40 kilómetros de la ciudad de México, saliendo del Distrito Federal, se debe tomar la carretera federal a Chalco y tras pasar este poblado, continúar hacia Cuautla; un kilómetro antes de llegar a Amecameca, desviarse por el libramiento; a escasos tres kilómetros aproximadamente finalmente se llega a Ayapango.
A decir de María Guadalupe Monter Flores, secretaria de Turismo, Ayapango es una antigua población dotada de típicas características, calles empedradas y casas con techos a dos aguas que, en conjunto, forman un cuadro digno de ser rescatado a través de la pintura o fotografía.
Este destino mexiquense fue nombrado por el gobernador Enrique Peña Nieto como Pueblo con Encanto del Bicentenario, en el marco de las celebraciones de los 200 años del inicio de la lucha por la libertad, con el objetivo de reconocer las localidades que han sabido preservar su riqueza cultural e histórica mostrando su autenticidad, encanto ancestral y carácter pintoresco.
Ayapango, Pueblo con Encanto del Bicentenario, ofrece al visitante un agradable clima de montaña seguro y tranquilo, con servicios ligados a la salud y al contacto con la naturaleza. Es un lugar para recorrerse sin prisas y respirar el más puro estilo campirano mexicano.
Para iniciar el paseo se recomienda visitar la arbolada Parroquia y Exconvento de Santiago Apostol; si la visita se puede ajustar a los días previos al 25 de junio, fecha en la que se celebra al santo patrono, podrá disfrutar de las danzas clásicas de la región acompañadas de música de viento como la Danza de los Moros y Cristianos o la Danza de los Chinelos.
La visita obliga a llevarse alguna de las artesanías del lugar como los objetos tallados en madera, la pintura al óleo, tarjetería española y los cuadros de diversos motivos, elaborados con semillas de muchas y muy diversas variedades.
Es obligado también visitar las granjas donde se venden productos lácteos, que han dado fama a la región por los quesos de San Cristobal Poxtla, una delegación municipal, por lo que es posible encontrar estos productos elaborados de manera artesanal y con los más altos estándares de higiene.
Otros atractivos de Ayapango son las ruinas del ex convento El Calvario, mismo que se encuentran sobre un páramo de piedra volcánica, situación que ofrece una magnifica vista del campo mexiquense y debe aprovecharse para dejar volar la imaginación con los sonidos de la campiña, pues el lugar, aunque en ruinas, tiene ese relajante silencio que ofrecen los sitios religiosos.
De regreso a la cabecera municipal, el Pueblo con Encanto nos ofrece la vista arquitectónica de sus casas antiguas que conservan un estilo afrancesado, tanto por la forma como por el material con el que están construidas. Las paredes son de gruesos adobes; sus techos de dos aguas con tapancos de madera para guardar el maíz y recubiertos con tejas planas de barro y con grandes patios.
Al final, el recorrido parsimonioso de este lugar nos puede dejar satisfechos, pues es un hecho que la contemplación de sus calles, casas y sus claros cielos, así como la tranquilidad alejada de la frenética ciudad, nos permite gozar de la tradicional estética de este pueblo con encanto.
Ayapango es una opción que propone la Secretaría de Turismo del gobierno del Estado de México, dentro del programa Pueblos con Encanto del Bicentenario, instrumentado por el titular del Ejecutivo estatal, a fin de impulsar el turismo en las diferentes regiones del territorio mexiquense.
Ayapango se localiza aproximadamente a 40 kilómetros de la ciudad de México, saliendo del Distrito Federal, se debe tomar la carretera federal a Chalco y tras pasar este poblado, continúar hacia Cuautla; un kilómetro antes de llegar a Amecameca, desviarse por el libramiento; a escasos tres kilómetros aproximadamente finalmente se llega a Ayapango.
CLAROS PAISAJES BOSCOSOS
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AYAPANGO MUESTRA SU AUTENTICIDAD Y CARÁCTER PINTORESCO A LOS VISITANTESEntre sus atractivos se encuentran sus productos lácteos artesanales
Enmarcado en los más claros paisajes boscosos y al pie de los volcanes Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, el pueblo de Ayapango es un lugar como pocos en México: tranquilo y apacible, donde se recuerda la serena vida rural de finales del siglo XIX.
A decir de María Guadalupe Monter Flores, secretaria de Turismo, Ayapango es una antigua población dotada de típicas características, calles empedradas y casas con techos a dos aguas que, en conjunto, forman un cuadro digno de ser rescatado a través de la pintura o fotografía.
Este destino mexiquense fue nombrado por el gobernador Enrique Peña Nieto como Pueblo con Encanto del Bicentenario, en el marco de las celebraciones de los 200 años del inicio de la lucha por la libertad, con el objetivo de reconocer las localidades que han sabido preservar su riqueza cultural e histórica mostrando su autenticidad, encanto ancestral y carácter pintoresco.
Ayapango, Pueblo con Encanto del Bicentenario, ofrece al visitante un agradable clima de montaña seguro y tranquilo, con servicios ligados a la salud y al contacto con la naturaleza. Es un lugar para recorrerse sin prisas y respirar el más puro estilo campirano mexicano.
Para iniciar el paseo se recomienda visitar la arbolada Parroquia y Exconvento de Santiago Apostol; si la visita se puede ajustar a los días previos al 25 de junio, fecha en la que se celebra al santo patrono, podrá disfrutar de las danzas clásicas de la región acompañadas de música de viento como la Danza de los Moros y Cristianos o la Danza de los Chinelos.
La visita obliga a llevarse alguna de las artesanías del lugar como los objetos tallados en madera, la pintura al óleo, tarjetería española y los cuadros de diversos motivos, elaborados con semillas de muchas y muy diversas variedades.
Es obligado también visitar las granjas donde se venden productos lácteos, que han dado fama a la región por los quesos de San Cristobal Poxtla, una delegación municipal, por lo que es posible encontrar estos productos elaborados de manera artesanal y con los más altos estándares de higiene.
Otros atractivos de Ayapango son las ruinas del ex convento El Calvario, mismo que se encuentran sobre un páramo de piedra volcánica, situación que ofrece una magnifica vista del campo mexiquense y debe aprovecharse para dejar volar la imaginación con los sonidos de la campiña, pues el lugar, aunque en ruinas, tiene ese relajante silencio que ofrecen los sitios religiosos.
De regreso a la cabecera municipal, el Pueblo con Encanto nos ofrece la vista arquitectónica de sus casas antiguas que conservan un estilo afrancesado, tanto por la forma como por el material con el que están construidas. Las paredes son de gruesos adobes; sus techos de dos aguas con tapancos de madera para guardar el maíz y recubiertos con tejas planas de barro y con grandes patios.
Al final, el recorrido parsimonioso de este lugar nos puede dejar satisfechos, pues es un hecho que la contemplación de sus calles, casas y sus claros cielos, así como la tranquilidad alejada de la frenética ciudad, nos permite gozar de la tradicional estética de este pueblo con encanto.
Ayapango es una opción que propone la Secretaría de Turismo del gobierno del Estado de México, dentro del programa Pueblos con Encanto del Bicentenario, instrumentado por el titular del Ejecutivo estatal, a fin de impulsar el turismo en las diferentes regiones del territorio mexiquense.
Ayapango se localiza aproximadamente a 40 kilómetros de la ciudad de México, saliendo del Distrito Federal, se debe tomar la carretera federal a Chalco y tras pasar este poblado, continúar hacia Cuautla; un kilómetro antes de llegar a Amecameca, desviarse por el libramiento; a escasos tres kilómetros aproximadamente finalmente se llega a Ayapango.
A decir de María Guadalupe Monter Flores, secretaria de Turismo, Ayapango es una antigua población dotada de típicas características, calles empedradas y casas con techos a dos aguas que, en conjunto, forman un cuadro digno de ser rescatado a través de la pintura o fotografía.
Este destino mexiquense fue nombrado por el gobernador Enrique Peña Nieto como Pueblo con Encanto del Bicentenario, en el marco de las celebraciones de los 200 años del inicio de la lucha por la libertad, con el objetivo de reconocer las localidades que han sabido preservar su riqueza cultural e histórica mostrando su autenticidad, encanto ancestral y carácter pintoresco.
Ayapango, Pueblo con Encanto del Bicentenario, ofrece al visitante un agradable clima de montaña seguro y tranquilo, con servicios ligados a la salud y al contacto con la naturaleza. Es un lugar para recorrerse sin prisas y respirar el más puro estilo campirano mexicano.
Para iniciar el paseo se recomienda visitar la arbolada Parroquia y Exconvento de Santiago Apostol; si la visita se puede ajustar a los días previos al 25 de junio, fecha en la que se celebra al santo patrono, podrá disfrutar de las danzas clásicas de la región acompañadas de música de viento como la Danza de los Moros y Cristianos o la Danza de los Chinelos.
La visita obliga a llevarse alguna de las artesanías del lugar como los objetos tallados en madera, la pintura al óleo, tarjetería española y los cuadros de diversos motivos, elaborados con semillas de muchas y muy diversas variedades.
Es obligado también visitar las granjas donde se venden productos lácteos, que han dado fama a la región por los quesos de San Cristobal Poxtla, una delegación municipal, por lo que es posible encontrar estos productos elaborados de manera artesanal y con los más altos estándares de higiene.
Otros atractivos de Ayapango son las ruinas del ex convento El Calvario, mismo que se encuentran sobre un páramo de piedra volcánica, situación que ofrece una magnifica vista del campo mexiquense y debe aprovecharse para dejar volar la imaginación con los sonidos de la campiña, pues el lugar, aunque en ruinas, tiene ese relajante silencio que ofrecen los sitios religiosos.
De regreso a la cabecera municipal, el Pueblo con Encanto nos ofrece la vista arquitectónica de sus casas antiguas que conservan un estilo afrancesado, tanto por la forma como por el material con el que están construidas. Las paredes son de gruesos adobes; sus techos de dos aguas con tapancos de madera para guardar el maíz y recubiertos con tejas planas de barro y con grandes patios.
Al final, el recorrido parsimonioso de este lugar nos puede dejar satisfechos, pues es un hecho que la contemplación de sus calles, casas y sus claros cielos, así como la tranquilidad alejada de la frenética ciudad, nos permite gozar de la tradicional estética de este pueblo con encanto.
Ayapango es una opción que propone la Secretaría de Turismo del gobierno del Estado de México, dentro del programa Pueblos con Encanto del Bicentenario, instrumentado por el titular del Ejecutivo estatal, a fin de impulsar el turismo en las diferentes regiones del territorio mexiquense.
Ayapango se localiza aproximadamente a 40 kilómetros de la ciudad de México, saliendo del Distrito Federal, se debe tomar la carretera federal a Chalco y tras pasar este poblado, continúar hacia Cuautla; un kilómetro antes de llegar a Amecameca, desviarse por el libramiento; a escasos tres kilómetros aproximadamente finalmente se llega a Ayapango.
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