AROMA DE MUJER
(Yolanda Ulloa García)
“Si quieres ver a tu hijo feliz un día, dale un regalo, si quieres verlo feliz toda la vida, enséñale a amar” (M. Grun Berger).
COMO HIJO DE POBRE.
Es absolutamente necesario que comprenda el error de aquellos padres, que se proponen darle al hijo felicidad, como quien da un regalito.
Lo más que pueden hacer es encaminarlo hacia ella para que la conquiste. Difícil, casi imposible, será después. Cuanto menos trabajo se tomen los padres en los primeros años, más…muchísimo más, tendrán en lo futuro.
Acostúmbralo, madre, a poner cada cosa en su sitio, y realizar cada acción a su tiempo. El orden es la primera ley del ciclo.
Que no esté ocioso, que lea, que dibuje, que te ayude en alguna tarea, cuidar o componer alguna cosa; que te alcance ciertos objetos que necesites.
Bríndale, en fin, las oportunidades para que emplee sus energías, su actividad, su voluntad…y lo hará con placer.
Críalo como hijo de pobre y lo enriquecerás, críalo como hijo de rico, y lo empobrecerás para toda la vida.
Una reflexión muy apegado a las reglas y a las normas que debemos de realizar con nuestros hijos en el trayecto de esta vida, sin embargo, estamos fallando con una gran misión y una gran responsabilidad que el todo creador nos ha conferido, actualmente nuestros Jóvenes están viviendo una era de cambios desde su mismo ambiente familiar, hasta los procesos tecnológicos, científicos, económicos, políticos, sociales y culturales, los jóvenes simplemente se están saliendo de nuestras manos.
Y no es responsabilidad del tío, de la prima, del vecino, del gobierno, la responsabilidad es directamente de cada uno de los Padres de Familia.
Y ¿Qué estamos haciendo para ello?, quizás mucho o poco, lo cierto es que actualmente nuestros jóvenes, están inmersos en mundos de fantasías, de carencias en el amor y la comunicación con sus progenitores, de falta de oportunidades y del desarrollo de sus potencialidades, inmersos en el alcoholismo, la drogadicción, el sexo, en el crimen organizado, en fin los problemas son cada vez más y más grandes, para nuestra sociedad, es como un cáncer que va creciendo cada día más y la mejor medicina para ello, es que cada uno de los Padres de Familia nos comprometamos cada día a consolidar esos lazos de comunicación y unidad con nuestros hijos.
Es triste ver que muchos jóvenes en las Instituciones Educativas, les avergüenza aún cantar el himno nacional, rendir respeto hacia nuestro lábaro patrio, porque sencillamente ellos ya no van con eso, ya son otros tiempos, en los salones de clases ya no existe el respeto y la admiración hacia el maestro, están tan inmersos en el mundo de la tecnología, del internet y de la telefonía celular, que se están olvidando de los valores familiares.
Ante estos problemas sociales tenemos que hacer un frente común y sentar las bases para consolidar una sociedad más justa y segura para todos, si aún amamos a nuestros hijos tenemos que enseñarles a que el mejor camino que existe para contar con una paz social, es respetando y amando a su patria, a su familia y a la sociedad, nuestros jóvenes, merecen tener padres responsables, que no se olviden que aún siendo grandes, necesitan de la comprensión y apoyo de sus progenitores, ya que a causa de nuestros problemas familiares, laborales y preponderamentemente económicos, nos olvidamos de esa parte tan importante que está necesitada de nuestro tiempo y de nuestros consejos.
Es importante que papá y mamá, se organicen para visitarlos en sus instituciones educativas, platicar con sus docentes, acerca de su desempeño académico, de establecer comunicación con sus mejores amigos, contar con las dirección y teléfonos en los que en algún momento nuestros hijos pasen algún tiempo con ellos, observarlos en su conducta, su imagen, su físico, pero lo más importante será estar inmersos en su mundo, en sus sueños, en sus metas, porque nadie nace sabiendo ser padres, pero es la vida misma que nos está señalando que los jóvenes se nos están saliendo de nuestras manos, no los abandonemos, luchemos por ellos, por nuestros hijos, quizás más tarde nos estemos lamentando el tiempo que no les brindamos, que no estuvimos cuando más lo necesitaban, la vida nos da tantos tesoros que hoy en día nos corresponde a nosotros como padres cuidarlos. “ENSEÑELOS A PESCAR”.
Lo más que pueden hacer es encaminarlo hacia ella para que la conquiste. Difícil, casi imposible, será después. Cuanto menos trabajo se tomen los padres en los primeros años, más…muchísimo más, tendrán en lo futuro.
Acostúmbralo, madre, a poner cada cosa en su sitio, y realizar cada acción a su tiempo. El orden es la primera ley del ciclo.
Que no esté ocioso, que lea, que dibuje, que te ayude en alguna tarea, cuidar o componer alguna cosa; que te alcance ciertos objetos que necesites.
Bríndale, en fin, las oportunidades para que emplee sus energías, su actividad, su voluntad…y lo hará con placer.
Críalo como hijo de pobre y lo enriquecerás, críalo como hijo de rico, y lo empobrecerás para toda la vida.
Una reflexión muy apegado a las reglas y a las normas que debemos de realizar con nuestros hijos en el trayecto de esta vida, sin embargo, estamos fallando con una gran misión y una gran responsabilidad que el todo creador nos ha conferido, actualmente nuestros Jóvenes están viviendo una era de cambios desde su mismo ambiente familiar, hasta los procesos tecnológicos, científicos, económicos, políticos, sociales y culturales, los jóvenes simplemente se están saliendo de nuestras manos.
Y no es responsabilidad del tío, de la prima, del vecino, del gobierno, la responsabilidad es directamente de cada uno de los Padres de Familia.
Y ¿Qué estamos haciendo para ello?, quizás mucho o poco, lo cierto es que actualmente nuestros jóvenes, están inmersos en mundos de fantasías, de carencias en el amor y la comunicación con sus progenitores, de falta de oportunidades y del desarrollo de sus potencialidades, inmersos en el alcoholismo, la drogadicción, el sexo, en el crimen organizado, en fin los problemas son cada vez más y más grandes, para nuestra sociedad, es como un cáncer que va creciendo cada día más y la mejor medicina para ello, es que cada uno de los Padres de Familia nos comprometamos cada día a consolidar esos lazos de comunicación y unidad con nuestros hijos.
Es triste ver que muchos jóvenes en las Instituciones Educativas, les avergüenza aún cantar el himno nacional, rendir respeto hacia nuestro lábaro patrio, porque sencillamente ellos ya no van con eso, ya son otros tiempos, en los salones de clases ya no existe el respeto y la admiración hacia el maestro, están tan inmersos en el mundo de la tecnología, del internet y de la telefonía celular, que se están olvidando de los valores familiares.
Ante estos problemas sociales tenemos que hacer un frente común y sentar las bases para consolidar una sociedad más justa y segura para todos, si aún amamos a nuestros hijos tenemos que enseñarles a que el mejor camino que existe para contar con una paz social, es respetando y amando a su patria, a su familia y a la sociedad, nuestros jóvenes, merecen tener padres responsables, que no se olviden que aún siendo grandes, necesitan de la comprensión y apoyo de sus progenitores, ya que a causa de nuestros problemas familiares, laborales y preponderamentemente económicos, nos olvidamos de esa parte tan importante que está necesitada de nuestro tiempo y de nuestros consejos.
Es importante que papá y mamá, se organicen para visitarlos en sus instituciones educativas, platicar con sus docentes, acerca de su desempeño académico, de establecer comunicación con sus mejores amigos, contar con las dirección y teléfonos en los que en algún momento nuestros hijos pasen algún tiempo con ellos, observarlos en su conducta, su imagen, su físico, pero lo más importante será estar inmersos en su mundo, en sus sueños, en sus metas, porque nadie nace sabiendo ser padres, pero es la vida misma que nos está señalando que los jóvenes se nos están saliendo de nuestras manos, no los abandonemos, luchemos por ellos, por nuestros hijos, quizás más tarde nos estemos lamentando el tiempo que no les brindamos, que no estuvimos cuando más lo necesitaban, la vida nos da tantos tesoros que hoy en día nos corresponde a nosotros como padres cuidarlos. “ENSEÑELOS A PESCAR”.
DAR A LOS HIJOS AFECTO Y NO REGALOS
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AROMA DE MUJER
(Yolanda Ulloa García)
“Si quieres ver a tu hijo feliz un día, dale un regalo, si quieres verlo feliz toda la vida, enséñale a amar” (M. Grun Berger).
COMO HIJO DE POBRE.
Es absolutamente necesario que comprenda el error de aquellos padres, que se proponen darle al hijo felicidad, como quien da un regalito.
Lo más que pueden hacer es encaminarlo hacia ella para que la conquiste. Difícil, casi imposible, será después. Cuanto menos trabajo se tomen los padres en los primeros años, más…muchísimo más, tendrán en lo futuro.
Acostúmbralo, madre, a poner cada cosa en su sitio, y realizar cada acción a su tiempo. El orden es la primera ley del ciclo.
Que no esté ocioso, que lea, que dibuje, que te ayude en alguna tarea, cuidar o componer alguna cosa; que te alcance ciertos objetos que necesites.
Bríndale, en fin, las oportunidades para que emplee sus energías, su actividad, su voluntad…y lo hará con placer.
Críalo como hijo de pobre y lo enriquecerás, críalo como hijo de rico, y lo empobrecerás para toda la vida.
Una reflexión muy apegado a las reglas y a las normas que debemos de realizar con nuestros hijos en el trayecto de esta vida, sin embargo, estamos fallando con una gran misión y una gran responsabilidad que el todo creador nos ha conferido, actualmente nuestros Jóvenes están viviendo una era de cambios desde su mismo ambiente familiar, hasta los procesos tecnológicos, científicos, económicos, políticos, sociales y culturales, los jóvenes simplemente se están saliendo de nuestras manos.
Y no es responsabilidad del tío, de la prima, del vecino, del gobierno, la responsabilidad es directamente de cada uno de los Padres de Familia.
Y ¿Qué estamos haciendo para ello?, quizás mucho o poco, lo cierto es que actualmente nuestros jóvenes, están inmersos en mundos de fantasías, de carencias en el amor y la comunicación con sus progenitores, de falta de oportunidades y del desarrollo de sus potencialidades, inmersos en el alcoholismo, la drogadicción, el sexo, en el crimen organizado, en fin los problemas son cada vez más y más grandes, para nuestra sociedad, es como un cáncer que va creciendo cada día más y la mejor medicina para ello, es que cada uno de los Padres de Familia nos comprometamos cada día a consolidar esos lazos de comunicación y unidad con nuestros hijos.
Es triste ver que muchos jóvenes en las Instituciones Educativas, les avergüenza aún cantar el himno nacional, rendir respeto hacia nuestro lábaro patrio, porque sencillamente ellos ya no van con eso, ya son otros tiempos, en los salones de clases ya no existe el respeto y la admiración hacia el maestro, están tan inmersos en el mundo de la tecnología, del internet y de la telefonía celular, que se están olvidando de los valores familiares.
Ante estos problemas sociales tenemos que hacer un frente común y sentar las bases para consolidar una sociedad más justa y segura para todos, si aún amamos a nuestros hijos tenemos que enseñarles a que el mejor camino que existe para contar con una paz social, es respetando y amando a su patria, a su familia y a la sociedad, nuestros jóvenes, merecen tener padres responsables, que no se olviden que aún siendo grandes, necesitan de la comprensión y apoyo de sus progenitores, ya que a causa de nuestros problemas familiares, laborales y preponderamentemente económicos, nos olvidamos de esa parte tan importante que está necesitada de nuestro tiempo y de nuestros consejos.
Es importante que papá y mamá, se organicen para visitarlos en sus instituciones educativas, platicar con sus docentes, acerca de su desempeño académico, de establecer comunicación con sus mejores amigos, contar con las dirección y teléfonos en los que en algún momento nuestros hijos pasen algún tiempo con ellos, observarlos en su conducta, su imagen, su físico, pero lo más importante será estar inmersos en su mundo, en sus sueños, en sus metas, porque nadie nace sabiendo ser padres, pero es la vida misma que nos está señalando que los jóvenes se nos están saliendo de nuestras manos, no los abandonemos, luchemos por ellos, por nuestros hijos, quizás más tarde nos estemos lamentando el tiempo que no les brindamos, que no estuvimos cuando más lo necesitaban, la vida nos da tantos tesoros que hoy en día nos corresponde a nosotros como padres cuidarlos. “ENSEÑELOS A PESCAR”.
Lo más que pueden hacer es encaminarlo hacia ella para que la conquiste. Difícil, casi imposible, será después. Cuanto menos trabajo se tomen los padres en los primeros años, más…muchísimo más, tendrán en lo futuro.
Acostúmbralo, madre, a poner cada cosa en su sitio, y realizar cada acción a su tiempo. El orden es la primera ley del ciclo.
Que no esté ocioso, que lea, que dibuje, que te ayude en alguna tarea, cuidar o componer alguna cosa; que te alcance ciertos objetos que necesites.
Bríndale, en fin, las oportunidades para que emplee sus energías, su actividad, su voluntad…y lo hará con placer.
Críalo como hijo de pobre y lo enriquecerás, críalo como hijo de rico, y lo empobrecerás para toda la vida.
Una reflexión muy apegado a las reglas y a las normas que debemos de realizar con nuestros hijos en el trayecto de esta vida, sin embargo, estamos fallando con una gran misión y una gran responsabilidad que el todo creador nos ha conferido, actualmente nuestros Jóvenes están viviendo una era de cambios desde su mismo ambiente familiar, hasta los procesos tecnológicos, científicos, económicos, políticos, sociales y culturales, los jóvenes simplemente se están saliendo de nuestras manos.
Y no es responsabilidad del tío, de la prima, del vecino, del gobierno, la responsabilidad es directamente de cada uno de los Padres de Familia.
Y ¿Qué estamos haciendo para ello?, quizás mucho o poco, lo cierto es que actualmente nuestros jóvenes, están inmersos en mundos de fantasías, de carencias en el amor y la comunicación con sus progenitores, de falta de oportunidades y del desarrollo de sus potencialidades, inmersos en el alcoholismo, la drogadicción, el sexo, en el crimen organizado, en fin los problemas son cada vez más y más grandes, para nuestra sociedad, es como un cáncer que va creciendo cada día más y la mejor medicina para ello, es que cada uno de los Padres de Familia nos comprometamos cada día a consolidar esos lazos de comunicación y unidad con nuestros hijos.
Es triste ver que muchos jóvenes en las Instituciones Educativas, les avergüenza aún cantar el himno nacional, rendir respeto hacia nuestro lábaro patrio, porque sencillamente ellos ya no van con eso, ya son otros tiempos, en los salones de clases ya no existe el respeto y la admiración hacia el maestro, están tan inmersos en el mundo de la tecnología, del internet y de la telefonía celular, que se están olvidando de los valores familiares.
Ante estos problemas sociales tenemos que hacer un frente común y sentar las bases para consolidar una sociedad más justa y segura para todos, si aún amamos a nuestros hijos tenemos que enseñarles a que el mejor camino que existe para contar con una paz social, es respetando y amando a su patria, a su familia y a la sociedad, nuestros jóvenes, merecen tener padres responsables, que no se olviden que aún siendo grandes, necesitan de la comprensión y apoyo de sus progenitores, ya que a causa de nuestros problemas familiares, laborales y preponderamentemente económicos, nos olvidamos de esa parte tan importante que está necesitada de nuestro tiempo y de nuestros consejos.
Es importante que papá y mamá, se organicen para visitarlos en sus instituciones educativas, platicar con sus docentes, acerca de su desempeño académico, de establecer comunicación con sus mejores amigos, contar con las dirección y teléfonos en los que en algún momento nuestros hijos pasen algún tiempo con ellos, observarlos en su conducta, su imagen, su físico, pero lo más importante será estar inmersos en su mundo, en sus sueños, en sus metas, porque nadie nace sabiendo ser padres, pero es la vida misma que nos está señalando que los jóvenes se nos están saliendo de nuestras manos, no los abandonemos, luchemos por ellos, por nuestros hijos, quizás más tarde nos estemos lamentando el tiempo que no les brindamos, que no estuvimos cuando más lo necesitaban, la vida nos da tantos tesoros que hoy en día nos corresponde a nosotros como padres cuidarlos. “ENSEÑELOS A PESCAR”.
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