Crece mancha urbana irregular en Edomex
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on jueves, julio 22, 2010
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Líderes aprovechan la necesidad del pobre
NOEMI GARAY LÓPEZ
El suelo agrícola de Atenco, Chalco, Ixtapaluca, San Juan Teotihuacán y Texcoco, quedó en el pasado a consecuencia del desmedido crecimiento de la mancha urbana irregular, ocasionada por seudo líderes y fraccionadores clandestinos, que lucran con la necesidad de vivienda de las clases sociales vulnerables, los cuales son solapados por las propias autoridades jurídicas y judiciales del estado de méxico.
Texcoco ve mermado su campo agrícola y prueba de ello, en San Miguel Tocuila y gran parte de los pueblos que lindan con la ribera del ex vaso del Lago de Texcoco se está perdiendo a pasos agigantados, todos los días hay alrededor de 10 compraventas de fracciones de terrenos ejidales para construir vivienda, en su mayoría carentes de servicios básicos.
No se diga Ixtapaluca, donde en el sexenio de Arturo Montiel creció el desmedido debacle de terrenos forrajeros al terminarse los Ranchos lecheros, lo que motivó la venta clandestina de lotes para la construcción irregular de viviendas.
En el caso de Chalco, aún continúa la comercialización de predios anormales para vivienda, y sobre todo que integrantes de los gobiernos municipales solapan la violación de las reglas y leyes estatales, principalmente por la gran corrupción que impera dentro de los partidos políticos.
Tal es que, la mirada de cualquier transeúnte se observan letreros donde anuncian la venta de terrenos de 10 X 20 M2 ó la superficie que usted quiera. Javier, un hombre de cerca de 50 años nunca ha tocado la tierra que sus padres llegaron a cultivar, hace doce años, un grupo de perredistas llegó a la puerta de su casa a comprarle un terreno que tenía en el casco urbano de la población, le pagaron al contado doscientos pesos por metro cuadrado, al otro día lo revendieron a un grupo de personas en 350 pesos el metro cuadrado, sin permisos de nada, ni de nadie.
Los compradores edificaron 6 pequeñas casas donde habitan hacinados poco más de 50 personas. Ese fue el principio de otras compraventas por el mismo grupo, a quien se le ha identificado en otras adquisiciones de terrenos en Santiago Cuautlalpan, San Miguel Coatlinchán, San Miguel Tlaixpan, La Resurrección, La Purificación, entre muchos otros sitios, donde los ejidatarios venden a precios muy por debajo del valor real de la tierra.
Los espacios aun susceptibles de ser cultivados y crear espacios de agricultura intensiva pueden desaparecer si las autoridades municipales no voltean la cara y asumen con toda responsabilidad el papel de aplicar programas federales, estatales y de cientos que existen en las universidades, fundaciones y organismos no gubernamentales.
Tocuila al borde del colapso social. La creciente venta de terrenos de uso agrícola, falta de inversión para la generación de empleo, una creciente demanda de servicios de salud y educativos, van llevando a la depauperación a una sociedad que abandona las tierras para convertirlas en hacinamientos, carentes de los más elementales servicios para la sobrevivencia humana.
Texcoco ve mermado su campo agrícola y prueba de ello, en San Miguel Tocuila y gran parte de los pueblos que lindan con la ribera del ex vaso del Lago de Texcoco se está perdiendo a pasos agigantados, todos los días hay alrededor de 10 compraventas de fracciones de terrenos ejidales para construir vivienda, en su mayoría carentes de servicios básicos.
No se diga Ixtapaluca, donde en el sexenio de Arturo Montiel creció el desmedido debacle de terrenos forrajeros al terminarse los Ranchos lecheros, lo que motivó la venta clandestina de lotes para la construcción irregular de viviendas.
En el caso de Chalco, aún continúa la comercialización de predios anormales para vivienda, y sobre todo que integrantes de los gobiernos municipales solapan la violación de las reglas y leyes estatales, principalmente por la gran corrupción que impera dentro de los partidos políticos.
Tal es que, la mirada de cualquier transeúnte se observan letreros donde anuncian la venta de terrenos de 10 X 20 M2 ó la superficie que usted quiera. Javier, un hombre de cerca de 50 años nunca ha tocado la tierra que sus padres llegaron a cultivar, hace doce años, un grupo de perredistas llegó a la puerta de su casa a comprarle un terreno que tenía en el casco urbano de la población, le pagaron al contado doscientos pesos por metro cuadrado, al otro día lo revendieron a un grupo de personas en 350 pesos el metro cuadrado, sin permisos de nada, ni de nadie.
Los compradores edificaron 6 pequeñas casas donde habitan hacinados poco más de 50 personas. Ese fue el principio de otras compraventas por el mismo grupo, a quien se le ha identificado en otras adquisiciones de terrenos en Santiago Cuautlalpan, San Miguel Coatlinchán, San Miguel Tlaixpan, La Resurrección, La Purificación, entre muchos otros sitios, donde los ejidatarios venden a precios muy por debajo del valor real de la tierra.
Los espacios aun susceptibles de ser cultivados y crear espacios de agricultura intensiva pueden desaparecer si las autoridades municipales no voltean la cara y asumen con toda responsabilidad el papel de aplicar programas federales, estatales y de cientos que existen en las universidades, fundaciones y organismos no gubernamentales.
Tocuila al borde del colapso social. La creciente venta de terrenos de uso agrícola, falta de inversión para la generación de empleo, una creciente demanda de servicios de salud y educativos, van llevando a la depauperación a una sociedad que abandona las tierras para convertirlas en hacinamientos, carentes de los más elementales servicios para la sobrevivencia humana.
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