Lino Calderón
En lo que se ha consolidado como una iniciativa grupal de diversos grupos en Pro a los Derechos Humanos de los niños y adolescentes, la exmagistrada de justicia Mónica Guicho impulsa una iniciativa que busca evitar en la medida de lo posible que el crimen organizado y el narcotráfico no recluten a estos grupos vulnerables para sus actividades ilícitas y criminales.
"En cualquier circunstancia, su vida y su dignidad van primero. Digamos juntos NO al RECLUTAMIENTO INFANTIL por los delincuentes. La infancia en la línea de fuego", asegura la ex magistrada en entrevista con El Liberal Metropolitano y Cúspide
La abogada dijo que en México, hay niños que no esperan a que suene el timbre de la escuela, sino el silbido que les avisa si viene una patrulla. Niños de doce años con celulares viejos, vigilando calles polvorientas, reportando movimientos. Los llaman halcones. Otros los llaman "niños sicarios". Pero antes de todo eso, eran simplemente niños.
Explicó…La pregunta es brutal y urgente: ¿en qué momento normalizamos que la infancia forme parte del engranaje del crimen?
Dijo que el reclutamiento infantil por parte del crimen organizado representa una de las violaciones más graves a los derechos humanos en México. Detrás de los discursos de seguridad o pobreza, se oculta una herida moral que el país aún no ha sabido cerrar: la niñez convertida en instrumento de guerra.
"De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), más de 250 mil niñas, niños y adolescentes están en riesgo de ser reclutados por grupos delictivos (La Jornada, 2021). Las organizaciones delictivas utilizan a menores como "halcones", mensajeros, transportistas o sicarios, roles que muchas veces comienzan con tareas aparentemente inofensivas: vigilar, entregar comida o moverse en bicicleta. Son los mismos niños que ayer vendían dulces en los semáforos", dijo Mónica.
Finalmente dijo en las grandes ciudades de México, el paisaje urbano se ha vuelto dolorosamente familiar: niños y niñas que venden dulces, limpian parabrisas u ofrecen golosinas entre los autos detenidos en los semáforos. A menudo, los vemos como parte del entorno cotidiano —una escena más del tráfico— sin detenernos a pensar que detrás de esa imagen hay una grave violación de derechos humanos. Esta normalización del trabajo infantil urbano es, en realidad, un síntoma de indiferencia social y de un Estado que ha fallado en garantizar el derecho superior de la niñez a ser protegida, cuidada y educada.
Proteger a la niñez: “Los niños y las mujeres primero” no solo en los desastres: Mónica Guicho
Lino Calderón
En lo que se ha consolidado como una iniciativa grupal de diversos grupos en Pro a los Derechos Humanos de los niños y adolescentes, la exmagistrada de justicia Mónica Guicho impulsa una iniciativa que busca evitar en la medida de lo posible que el crimen organizado y el narcotráfico no recluten a estos grupos vulnerables para sus actividades ilícitas y criminales.
"En cualquier circunstancia, su vida y su dignidad van primero. Digamos juntos NO al RECLUTAMIENTO INFANTIL por los delincuentes. La infancia en la línea de fuego", asegura la ex magistrada en entrevista con El Liberal Metropolitano y Cúspide
La abogada dijo que en México, hay niños que no esperan a que suene el timbre de la escuela, sino el silbido que les avisa si viene una patrulla. Niños de doce años con celulares viejos, vigilando calles polvorientas, reportando movimientos. Los llaman halcones. Otros los llaman "niños sicarios". Pero antes de todo eso, eran simplemente niños.
Explicó…La pregunta es brutal y urgente: ¿en qué momento normalizamos que la infancia forme parte del engranaje del crimen?
Dijo que el reclutamiento infantil por parte del crimen organizado representa una de las violaciones más graves a los derechos humanos en México. Detrás de los discursos de seguridad o pobreza, se oculta una herida moral que el país aún no ha sabido cerrar: la niñez convertida en instrumento de guerra.
"De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), más de 250 mil niñas, niños y adolescentes están en riesgo de ser reclutados por grupos delictivos (La Jornada, 2021). Las organizaciones delictivas utilizan a menores como "halcones", mensajeros, transportistas o sicarios, roles que muchas veces comienzan con tareas aparentemente inofensivas: vigilar, entregar comida o moverse en bicicleta. Son los mismos niños que ayer vendían dulces en los semáforos", dijo Mónica.
Finalmente dijo en las grandes ciudades de México, el paisaje urbano se ha vuelto dolorosamente familiar: niños y niñas que venden dulces, limpian parabrisas u ofrecen golosinas entre los autos detenidos en los semáforos. A menudo, los vemos como parte del entorno cotidiano —una escena más del tráfico— sin detenernos a pensar que detrás de esa imagen hay una grave violación de derechos humanos. Esta normalización del trabajo infantil urbano es, en realidad, un síntoma de indiferencia social y de un Estado que ha fallado en garantizar el derecho superior de la niñez a ser protegida, cuidada y educada.


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