Fueron recibidas con gran fervor las Reliquias del Beato Juan Pablo II en Texcoco

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*Emotiva veneración pública por toda la calle Fray Pedro de Gante *Acompañado el recorrido de una figura de cera del “Peregrino de la Paz”

En medio de una gran efervescencia católica, los vestigios llegaron frente a la estatua de Nezahualcóyotl, acompañados por la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, quien la representa el Obispo auxiliar de Texcoco, Victor Rene Rodríguez, donde sostuvo “Hagamos de este acontecimiento una gran oportunidad para profundizar el legado que nos dejó el Beato Juan Pablo II, que fue capaz de cambiar el rostro de la Iglesia al inicio del Tercer Milenio, que transformó vidas humanas e influyó en la vida de muchas naciones con la fuerza del Evangelio.

En una emotiva caravana de personas llenas de fe, donde el Obispo de Texcoco Juan Manuel Mancilla la guió hasta llegar a la Catedral texcocana, por la calle de Fray Pedro de Gante, donde permanecerán hasta el sábado, así los habitantes de la Diócesis tendrán la oportunidad de admirarlas y a la vez venerarlas por primera vez.

Cabe hacer mención, que www.anahuac-texcoco.blogspot.com se encuentran dando testimonio de estos acontecimientos, donde las reliquias, catalogadas de primer grado, consisten en una cápsula que contiene sangre del Beato, misma que se expondrá a la veneración pública acompañada de una figura de cera del “Peregrino de la Paz”, revestida con los distintivos pontificios.

Se recordó, que a petición expresa de muchos creyentes, los Obispos de México en su Asamblea Plenaria, por unanimidad, acordaron solicitar a las Congregaciones para el Culto Divino y de las Causas de los Santos, la visita de las reliquias a nuestra Diócesis, lo cual fue aceptado con gran beneplácito para que las reliquias del “Papa Mexicano” así también recorran por primera vez el largo y ancho de la República Mexicana por cuatro meses, claro a unos días de su Beatificación en Roma por Su Santidad Benedicto XVI.

Claro esta, que el Beato Juan Pablo II, durante su largo y fructífero pontificado, fue un promotor incansable de la paz en el mundo entero, su misma persona transmitía este regalo tan preciado por la humanidad y querido por Cristo Jesús.

Entre ello, el recuerdo y el amor que profesó a nuestra Patria nos debe llevar a fortalecer la fe del pueblo mexicano, en estos momentos en que nuestra nación vive una profunda transformación social y hoy, más que nunca, necesita consolidar procesos de paz y convivencia para que construyamos un México más justo y fraterno.

Externaron los dos Obispos de Texcoco, Juan Manuel Mancilla y Víctor Rene Rodríguez “Pedimos a Dios nuestro Padre que nos llene de su luz y que por intercesión del Beato Juan Pablo II derrame bendiciones en las familias mexicanas”, acotaron.