Posted by .
on martes, septiembre 03, 2013
0
De Adicto a ADICTO
Por Teo Luna
Del
libro Parejas Disparejas
Con el Alcohol que Midas, Serás Medido
Mi
enfermedad emocional, es contagiosa,
mortal, es neurótica, muy neurótica, triste porque me hago mucho daño, y daño cruelmente
a las personas que más quiero, lesiono severamente mis órganos abusando de
sustancias tóxicas, hígado, páncreas, riñones, pulmones, cerebro, corazón y lo
más cruel es que daño a mis seres queridos, transmito mi frustración dolor,
impotencia, culpas, miedos, complejos y no entiendo la magnitud de mi mal, solo
hasta entonces, hasta que entonces empiece a tocar fondos y en mi caso, la
droga, el alcohol que al caso es lo mismo, me robaron mi dignidad, no hay
borracho, ni drogadicto que no la pierda, yo la perdí, humillándome, cayéndome
de borracho, quedándome dormido en las mesas de las cantinas y de los
restaurantes, en las fiestas o en las casas, yo perdía el sano juicio, igual,
me humillé ante el pucher, ante aquel que me regalaba o me vendía cocaína, me
volví mentiroso, aparenté una severa enfermedad con un intenso dolor de huesos
para obtener recetas y comprar la morfina sintética, mi negación no me permitía
ver la crueldad de mi enfermedad, mi soberbia menos, fueron mis fondos los que
me ubicaron en mi realidad, tuve que sufrir de soledad, de mis delirios de
persecución, de volverme loco, loco, perdiendo el tiempo de noche y durmiendo
de día, obsesionado con mis celos patológicos, llegué a pesar menos de 50
kilos, toqué muchos fondos, y solo por la gracia de Dios estoy vivo.
¿Qué sucede con los jóvenes adictos?
Tenemos
jóvenes ingobernables, mal educados, perezosos, apáticos, rígidos, tristes,
soberbios, rebeldes, inestables,
callados, raros, jóvenes distantes, ajenos a la realidad y al entorno familiar,
tenemos un serio problema con la juventud actual, sean niños, adolescentes,
jóvenes en todos los sentidos y la realidad de las cosas son el reflejo de los
patrones de conducta equivocados que en muchos casos hemos dado los padres, el
pésimo ejemplo, la neurosis andando, los gritos, la mala comunicación y todo lo
que suministramos, es ahora una seria consecuencia que nadie quiere asumir su
responsabilidad, pero nuestros hijos,
son el producto de la enseñanza que recibieron y que reciben y más aún, si el
alcoholismo y las drogas están presentes o lo estuvieron, los daños son
irreversibles.
Las consecuencias por alcohol y drogas, son
irreversibles
Esta enfermedad es
crónica y mortal y se caracteriza por la pérdida de control y la incapacidad
para abstenerse de beber. Aquella persona que desarrolla la dependencia al
alcohol ve progresivamente afectadas todas las áreas de su vida. El deterioro
físico es grave, y su vida social y familiar se ven afectadas seriamente. A lo
largo del tiempo el alcoholismo también va minando la energía y los recursos de
la familia y ejerce un impacto disgregador sobre ésta, aunque a corto tiempo es
posible que sus miembros no perciban este hecho. El impacto del alcoholismo o
drogas, como enfermedad incluye una lista de conductas negativas. Se mencionan
el abuso contra el cónyuge y los hijos, tasas de divorcio muy elevado,
depresión y suicidio, problemas laborales, accidentes automovilísticos, entre
otros muchos fondos que tocas en todos los sentidos. Te quedas solo, muy solo. Dado
que el alcohólico presenta rasgos de personalidad, actitudes y conductas
disfuncionales que progresivamente le llevan a un deterioro físico, psíquico,
social, familiar, laboral y económico, los hijos reaccionan tratando de
controlarlo, disculparlo o esconderlo. Además experimentan una ansiedad
constante y se obsesionan con la forma de beber de un padre alcohólico. Ante su
impotencia para controlarlo, experimentan rabia y consecuentemente lo agreden y
recriminan. Se culpan así mismos y sienten dolor.
La familia Alcohólica, sufre en demasía
Es claro que aquellos que
conviven con el enfermo generalmente adoptan patrones de conducta similares a
los de éste, sin darse cuenta de ello. Como consecuencia, los hijos se aíslan,
niegan el problema y encuentran justificación a sus conductas destructivas y
autodestructivas, y además desarrollan problemas emocionales y de conducta. La
familia alcohólica es aquella donde la enfermedad del alcoholismo ha afectado
la forma en que el sistema familiar funciona. La influencia de la enfermedad
invade aspectos de la vida familiar donde todos los miembros presentan
conductas manipuladoras, deshonestas, distantes y agresivas. En general, la
atmósfera familiar se caracteriza por ser impredecible y caótica. Los hijos de
padres alcohólicos buscan adaptarse al sistema familiar enfermo y tienden a
establecer relaciones interpersonales confusas y a presentar conflictos
intrapsíquicos durante la adultez, los cuales se originaron en un contexto
enfermo, donde a los hijos se les negó atención, disciplina consistente, buenos
ejemplos, buenos hábitos, valores, códigos de comunicación y ambiente de
seguridad.
El huracán rugiente, mata la armonía del hogar
No todos los hijos de
alcohólicos se ven afectados del mismo modo, pero sus dificultades emocionales
al llegar a adultos se relacionan con el hecho de haber crecido con un padre o
madre alcohólicos. Las consecuencias de la enfermedad se reflejan en el nivel
de disfuncionalidad de la familia y esto tiene un efecto directo en el daño
emocional y físico ocasionado a los hijos. La familia vive episodios de
violencia entre sus miembros y es frecuente que los hijos sufran severos
traumas emocionales con lo que sus vidas se ven seriamente afectadas aún en la
edad adulta. Los efectos principales que se han observado en los hijos de
alcohólicos son: baja autoestima,
miedos, complejos, desconfianza, desafío, agresión, ansiedad, conflicto
con la autoridad y necesidades insatisfechas durante la infancia, la niñez y la
adolescencia. En un sistema familiar alcohólico, no sólo el enfermo comete
actos violentos, sino que los otros adultos en la familia también se comportan
violentamente entre ellos y con los hijos. Los hermanos mayores frecuentemente
dirigen su ira y frustración hacia los hermanos más jóvenes y, aún en la
familia que no sufre violencia física, gritos o expresiones de ira y que puede
parecer funcional, la amenaza de ello es constante y la violencia emocional está
presente. Lo anterior debido a que los comportamientos alcohólicos crean un
ambiente altamente estresante, por demás neurótico. Los hijos de alcohólicos
están expuestos a un ambiente que es rígido, con frecuencia caótico y donde
existe presión por mantener oculto lo que es obvio. Además los hijos dentro de
una familia donde está presente la enfermedad, a menudo viven angustiados y en
el abandono. Estos hijos establecen reglas de comportamiento y adoptan diferentes
roles en la familia en su esfuerzo por encontrar orden y estabilidad en una
situación de inestabilidad constante.
La codependencia, tiene una razón de ser
Por lo tanto, los hijos
que han crecido en este ambiente de desestructura y desorganización, cuando
adultos son inflexibles, no se adaptan con facilidad ni se permiten cambiar. El
origen de ésta rigidez proviene de la forma en que luchan por adaptarse y por
encontrar algo de seguridad, ya que el comportamiento del alcohólico se torna
cada vez más impredecible. El haber crecido bajo una regla de inaccesibilidad y
de rigidez implica el que, cuando adultos, los hijos de alcohólicos
experimenten, actúen y vivan la necesidad de controlar o de depender de
alguien.
Otra regla en la familia
del alcohólico es la de no poder hablar de lo que sucede. Esta regla de no
hablar es tan fuerte que cuando adultos, los hijos llegan a tener dificultad
para expresarse. No se puede hablar de lo que se oye, se escucha o se siente.
Los hijos experimentan dolor, temor y coraje. Estos sentimientos están
directamente relacionados con el comportamiento del padre alcohólico. Para
contrarrestar, los hijos se reprimen, pero a costa de su salud y bienestar
emocional, así como en decremento de su habilidad para funcionar honesta y
abiertamente aún en la adultez. Otra regla que rige al hijo de alcohólico es la
necesidad de negar lo que sucede, para afirmar que no existe necesidad de
cambiar nada y así reforzar la cerrazón.
Antes de nacer, los hijos están sentenciados al
fracaso, a sufrir.
En su familia tuvo que
reprimirse, ya que ésta no permitía que expresara sus sentimientos. La
dificultad para confiar en los demás en la vida adulta, está relacionada con el
hecho de no haber podido confiar en sus padres. El abandono que experimenta el
hijo de alcohólico le ocasiona dolor y esto incluye a su vez sentimientos de
soledad y tristeza que aunque se empeñe en cubrir se reflejan en sus conductas
y actitudes. En general, a los hijos de alcohólicos se les dificulta relajarse,
padecen cefalea, hombros tensos o dolor de espalda como resultado de haber
crecido en un ambiente altamente tensiónate. En su relación sexual es frecuente
que presenten incapacidad para desempeñarse adecuadamente. Los desórdenes
gastrointestinales tales como úlceras, constipación crónica, diarrea y acidez
estomacal también son comunes. Lo anterior debido a que reprimir sus emociones
les ocasiona este tipo de problemas. Igualmente presentan trastornos
relacionados con el estrés como gripas frecuentes, dificultad para dormir, una
mayor incidencia de cáncer así como un estado general de fatiga.
Hay demasiada ignorancia, respecto a los daños
emocionales
Por desgracia, no es solo alcohol y drogas, son los
códigos de conducta, de comunicación, de convivencia los que están violentados,
la falta de respeto de los padres hacia los hijos, la mentiras, el mal ejemplo,
el trato neurótico, el suministro de miedos, la ausencia y la misma identidad
familiar, son factores que han lesionado severamente a los jóvenes, el problema
no estriba en los jóvenes, estriba en muchos casos en los padres y yo veo
constantemente el sufrimiento de ambas
partes, la negación, la maldita enfermedad en vivo y a todo color y cuando una
madre neurótica se acerca a mí para que le ayude a anexar a su hijo, le digo
que la que debería estar anexada seria ella, por neurótica. A grandes males,
grandes remedios. Gracias, estoy a tus
órdenes. ernestosalayandia@gmail.com.
Sigue mi huella en Twitter @teo_luna
Visita mi página crisiscreces.com, mis libros te pueden ser de gran utilidad.-
Sintoniza www.canal28.tv a las 14 horas con 30 minutos tiempo de Chihuahua
Chihuahua, México, repetición jueves y sábado a las 11 de la mañana.- Te invito
a que acudas a los eventos que está organizando la Central Mexicana de
Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos en Chihuahua, del 09 al 15 de
Septiembre, es muy importante que participes.
0 comentarios:
Publicar un comentario