LA CONFUNDIÓ LA PGR PERO LA LIBERÓ

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Dios me tenía preparadas estas pruebas: Ángel de María

Por RedaccionAM

La maestra fue liberada la madrugadade ayer

(Al Momento).-La maestra Ángel de María Soto Zárate, quien fue acusada de presunto narcotráfico, agradeció hoy a las organizaciones civiles y a la sociedad por apoyar en su liberación, tras ocho días de “angustia”.

Tras ser liberada la madrugada de ayer de un penal de Nayarit, la joven narró cómo sucedieron los hechos, desde su emoción por cumplir un sueño hasta que llegó al Cefereso de Tepic. No sin antes agradecer las muestras de solidaridad en las redes sociales, medios de comunicación y a las autoridades locales y federales.

El pasado jueves, contó Soto Zárate, partí a Río de Janeiro, Brasil, junto a una amiga. Iba con el sueño, con toda la emoción de conocer al Santo Padre y convivir con jóvenes católicos.

“Parecíamos dos niñas chiquitas, pues viajábamos con toda la ilusión que se pueda tener. Pero al hacer mi primera escala en Perú me percate que ya no tenía mi pasaporte, por lo que no tuve otra opción de regresar. Ahí mi sueño empezaba a terminar”, narró la maestra.

Expresó que al llegar al aeropuerto de la Ciudad de México le informaron que su maleta se había extraviado y puso una queja, mientras su familia la esperaba.

Luego encontraron una maleta registrada a su nombre, la cual no reconoció. “Los elementos policiales me informaron que me encontraba en calidad de detenida y que me iban a trasladar al penal de Nayarit con la acusación transportar cocaína”, enfatizó.

Yo sólo tenía dos opciones, mencionó, sentarme a llorar u orar por mí y por mi familia, para que no se preocupara.

Dijo que cuando ingresó al reclusorio de Nayarit fue tratada como una más de las personas que llegan al reclusorio, “pero nunca perdí la calma”.

Ángel de María hizo hincapié en un comentario que su compañera de celda realizó: “Me dijo que parecía trabajadora social encubierta, porque lo único que hice fue orar”.

Agregó que su liberación fue como un milagro, pues nunca esperó el impacto que tuvo su caso en las redes sociales. “Todo esto no fue una pesadilla, sino un cúmulo de bendiciones que Dios me tenía preparadas”.

La joven estuvo acompañada de José Juan Sánchez Jácome, director de la oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, y de Rodolfo Galván, presidente del Centro Integral para el Desarrollo.