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Lic. Felipe Calderón Hinojosa

Presidente de la República

Estimado señor Presidente:

Hemos seguido con atención su intervención con motivo de la entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos, el pasado día 9 de diciembre.

Durante su mensaje, Usted señaló algunos de los principales retos de México en materia de derechos humanos en el marco de las políticas de seguridad del país y señaló su intención de abordarlos.

Amnistía Internacional valora positivamente la identificación de problemas que Usted realizó, y ante los cuales se comprometió a actuar, en particular en lo relacionado a temas como la atención a las víctimas de la violencia, el cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la modificación del fuero militar para que los abusos de derechos humanos cometidos por militares sean juzgados por tribunales civiles y la necesidad de protección efectiva para defensores y defensoras de derechos humanos y periodistas.

Amnistía Internacional ha trabajado activamente durante los últimos años sobre estos temas, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, realizando propuestas concretas para avanzar en la lucha contra las violaciones de derechos humanos en México; por ello, entendemos que el compromiso público asumido por Usted supone un paso adelante para la solución de los mismos, y le instamos a que a la brevedad se transforme en acciones concretas que permitan avanzar en estos ámbitos de forma rápida y decidida.

Para que los esfuerzos que se desarrollen desde el gobierno federal sean efectivos en la protección de los derechos humanos es necesario que, entre otras cosas:

- Se produzca una reforma del Código de Justicia Militar más ambiciosa que la presentada por su gobierno. Su propuesta excluiría del ámbito militar sólo 3 delitos: desaparición forzada, violación y tortura. Sin embargo, para que sea una norma que efectivamente contribuya a la defensa de los derechos humanos y cumpla con los estándares de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, deben excluirse del fuero militar todos los abusos de derechos humanos cometidos por militares. Además, la facultad primaria de investigación, que en la reforma propuesta permanecería en la Procuraduría General de Justicia Militar, debe recaer en la Procuraduría General de la República.

- Se den medidas efectivas para garantizar la protección de las y los defensores de derechos humanos y las y los periodistas. El 7 de julio de este año Usted firmó, en presencia de la señora Navy Pillay, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos el “acuerdo por el que se establecen las bases del mecanismo de protección de defensoras y defensores de los derechos humanos”. Sin embargo, cinco meses después, todavía no existe tal mecanismo y los ataques contra las y los defensores continúan en total impunidad. Por ello, es urgente que a la brevedad se concluya el diseño de un mecanismo efectivo de protección para las personas que defienden los derechos humanos y que ejercen el periodismo que cuente con la participación de las organizaciones de la sociedad civil relacionadas con estos temas y cuyo funcionamiento pueda ser objeto de escrutinio público para controlar su aplicación y facilitar su continua mejora en beneficio de las personas que se arriesgan para proteger los derechos de toda la población mexicana.

- Se dé cabal cumplimiento a las Sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que condenan a México por diversos abusos. Es necesario que se cumpla con las condenas, de forma tal que se respete el espíritu reparador de las medidas ordenadas por la Corte y se produzcan cambios estructurales para evitar nuevos abusos. Es necesario evitar que los actos de reparación a las víctimas se conviertan en nuevos motivos de sufrimiento como sucedió en el reconocimiento de culpabilidad del Estado mexicano en el caso de Rosendo Radilla.

A través de esta comunicación deseo externarle el interés Amnistía Internacional de dar puntual seguimiento al cumplimiento de estos compromisos por Usted planteados, así como de avanzar en otros temas relevantes para la realidad de los derechos humanos en el país.

Agradeciendo de antemano la atención que sirva dar a la presente, le envío un cordial saludo en espera de su amable respuesta.