GARCÍA LUNA Y SUS LIVIANDADES ¿IMPUNES?

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Yo Campesino

García Luna y sus liviandades ¿Impunes?

Miguel A. Rocha Valencia

Florence Cassez, en libertad absoluta a pesar de ser culpable de participar en secuestro. Y ¿Dónde está Genaro García Luna? considerado por muchos como el verdadero jefe de la gran banda de lincuencial, administrador del crimen y autor de auténticas telenovelas con las que incluso, dicen engañó a los creadores de ese género televisivo.

Incluso la casa que tanto se criticó al ex secretario de Seguridad Pública federal, allá en los altos de Tlalpan, precisamente en el fraccionamiento Jardines de la Montaña que desde diciembre de 2008 empezó a construir a marchas forzadas en Monte Funiar número 21, sí, ahí donde vive pura gente bonita y decente, incluyendo a quien fuera delegado y hoy es diputado luego de ser dueño de modesta imprenta, está en venta.

También se remata o vendió la otra residencia adquirida en 2007 en 7 millones 500 mil pesos en Montaña de Omoa y la cual fue remodelada a todo lujo.

Entre ambas propiedades y los menajes que contenían, se dice que acumularían una buena cantidad de dólares, aunque eso no pase de ser conseja popular. El caso es que don García Luna, nativo o antiguo vecino de la colonia Pensador mexicano en la delegación Venustiano Carranza, donde su papá arreglaba y tentaba bicicletas, no aparece por ningún lado y hay quien dice âtambién chisme- que se enroló al programa de testigos protegidos de una agencia estadunidense.

Si así fuera, sería uno de los más valiosos informantes para la Drug Enforcement Administration, dado que con él, los estadunidenses podrían llegar a los principales traficantes de drogas de México, Centro y Suramérica, aunque claro, Luis Cárdenas Palomino también sería útil, pues resultó buen fabricante de delincuentes y albacea de la corrupción de que hizo gala la Policía Federal Preventiva, especialmente en los aeropuertos del país donde se asegura que el entonces jefe policiaco protegía el narcotráfico.

Ni hablar de todos los negocios que incluso se hacían con el personal, la comida, vales de gasolina, viáticos y exámenes al interior de la institución.

Pero sin desviarnos del comentario, el ex titular de la SSP federal, creador de Plataforma México, de la AFI y de la PFP, tuvo control absoluto, fue intocable y aunque se le exhibió públicamente en su enriquecimiento inexplicable, nada le pasó ni fue removido a pesar de que su cabeza fue pedida mediante denuncias incluso en el Legislativo. Hoy, gracias a sus protagonismos, una delincuente (fue condenada) fue liberada.

El entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa incluso le dio el espaldarazo a pesar de saberse del manejo turbio de diversas partidas incluyendo la compra de helicópteros, patrullas, armas y demás equipamiento donde el diferencial superó los 75 millones de dólares.

Fue evidente el enriquecimiento de este exfuncionario quien antes de concluir el sexenio desapareció, de hecho su presencia era mínima así como su participación en operativos anticrimen donde la Marina fue la designada para hacer el trabajo. NO hubo trabajo de inteligencia ni de prevención. La acción de la secretaría de Seguridad, desapareció al tiempo que surgieron nuevas denuncias contra García Luna en la fabricación de acciones donde cayeron presuntos delincuentes.

El histrionismo de García Luna fue denunciado, exhibido, pero Calderón Hinojosa no lo corrió, lo sostuvo hasta el final y lo cubrió con el manto de impunidad. Hoy ¿nadie? Sabe dónde se encuentra y aunque recurriera a los artilugios de la cirugía, sus rasgos vocales y los âchinosâ, lo delatarían.

Por lo pronto se le requiere una vez más para que explique la puesta en escena de la francesa Cassez, pero hay otras muchas, incluyendo la de Alejandro Martí, lo de âLa Barbieâ, su decisión de violar todo procedimiento legal para conseguir sus fines protagónicos y propagandísticos sin importar que por sus pifias, presuntos delincuentes hoy puedan quedar en libertad.

Se burló del Ministerio Público Federal, obligó a renuncias de procuradores de la República y se alzó como el súper policía más allá de las funciones descritas por reglamentos y ley de la Administración Pública. Fue consentido, protegido y hoy, requerido para que responda por sus desmanes.