FALTA DE MANTENIMIENTO EN EDIFICIO DE PEMEX
 
  
 
 
 
Si la explosión en las oficinas centrales de Pemex fue 
producto de cualquiera otra circunstancia, menos de un atentado, ¿cuáles son los 
motivos para que las autoridades se frenen para dar la información de manera que 
permita a la comunidad tener certeza en los resultados de las investigaciones? 
En la anterior A vuelapluma expresamos que finalmente la verdad saldría por 
conductos oficiales o extraoficiales y esto, al parecer, ya ocurre.
La 
mañana del primero de febrero ya se corría el rumor de que la noche anterior, 
los topos encontraron dos cargas explosivas sin detonar. Esto habría ocurrido 
precisamente minutos antes del reporte del periodista Salvador Maceda, ya 
narrado también. En aquellos momentos del jueves 31 de enero salieron del lugar 
dos camiones que presuntamente transportaban picos y palas pero, curiosamente, 
iban fuertemente custodiados. Al parecer transportaban las cargas de los 
explosivos plásticos no detonados, 540 gramos.
Tras la lectura de la 
columna titulada ¿Zona Cero? ¡Cero Mentiras!, un experto, perito en explosivos 
me escribió: “OK, muy en el blanco, tienes razón en general” y destacó: 
“Técnicamente, el evento fue así de ‘demoledor’ porque provino de/desde un 
impacto sónico —de una deflagración explosiva (muy seguramente originada en 
explosivos de tipo ‘plástico’ (la dinamita y Pablo Escobar ya pasaron a la 
historia)—, y no hay fuego/humo porque ‘la combustión’, es instantánea; lo 
buscado en el diseño del intrusor, es generar una ‘onda de choque’ para un radio 
de efecto predecible (si observas las imágenes de las losas del piso 1, ‘que 
colapsó’ hacia el sentido ‘sótano’ (de abajo), se aprecia como si un gran mazo 
la hubiera impactado ‘al centro’). Estas son operaciones similares a las de 
‘cortar puentes’ o tirar edificaciones de modo ‘limpio’”. La anterior 
información ya salió del ámbito nacional y la compañía texana de inteligencia 
Stratfor se hizo eco de los rumores, por lo que “si las conjeturas sobre una 
causa no accidental del hecho son ciertas, el nuevo gobierno en México se 
enfrentaría a varios desafíos políticos, como la intimidación criminal y 
disputas políticas alrededor de la reforma a Pemex, que busca aumentar la 
producción de petróleo y de gas natural. La empresa proporciona entre el 30 % y 
el 40 % del presupuesto nacional”.
La anterior 
información ya salió del ámbito nacional y la compañía texana de inteligencia 
Stratfor se hizo eco de los rumores, por lo que “si las conjeturas sobre una 
causa no accidental del hecho son ciertas, el nuevo gobierno en México se 
enfrentaría a varios desafíos políticos, como la intimidación criminal y 
disputas políticas alrededor de la reforma a Pemex, que busca aumentar la 
producción de petróleo y de gas natural. La empresa proporciona entre el 30 % y 
el 40 % del presupuesto nacional”. 
Esta información fue publicada el 3 
de febrero por CNN en español (http://cnnespanol.cnn.com/2013/02/03/compania-de-inteligencia-se-hace-eco-de-los-rumores-de-atentado-en-la-explosion-en-pemex/) 
y agrega: “El análisis de Stratfor sugiere que si la explosión llegase a ser un 
ataque, la explicación estaría en los intereses dentro de Pemex frente a la 
búsqueda de eficiencia de parte del gobierno del presidente Peña Nieto. Las 
reformas impedirían que algunos funcionarios tengan acceso a los fondos de la 
compañía y presuntamente se ha discutido que la nueva dirigencia de la empresa 
despediría a miles de empleados. Así, las tensiones dentro de Pemex y del 
Partido Revolucionario Institucional —cercano a los líderes sindicales de la 
compañía— podrían ser un factor de peso dentro de la investigación”.
La 
empresa estadounidense pone el dedo en la llaga al indicar que “las tensiones” 
dentro de Pemex y del PRI “podrían ser un factor de peso dentro de la 
investigación”. Es decir, que ya existiría en el partido en el poder, una pugna 
entre los diversos grupos que el año pasado se unieron para recuperar la 
presidencia.
El actual director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin es 
hijo de Emilio Lozoya Thalmann, quien fuera director general del ISSSTE y 
terminara el sexenio de su amigo Carlos Salinas de Gortari como Secretario de 
Energía. Lozoya Thalmann fue quien presuntamente habría ofrecido total certeza y 
seguridad a un grupo de empresarios japoneses, en diciembre de 1993, para 
invertir en México porque el grupo en el poder, en ese momento liderado por 
Salinas de Gortari, tendría la Presidencia de México durante 25 años más. Otro 
dato es que Lozoya Austin es un cercano a otro de los hombres fuertes de Salinas 
de Gortari, Pedro Aspe Armella.
Los intereses por dirigir el futuro de la 
compañía estatal y la forma cómo explicarlo podrían ser los motivos por los 
cuáles no se da, ni se dará a conocer la verdad. Hacerlo pondría al actual 
gobierno y su partido en una mala situación frente a los mexicanos por las 
personas fallecidas, por lo que nuevamente los mexicanos nos quedaremos con la 
duda. Los hechos, sin embargo, están a la vista.
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