Crece el mercado negro de la madera ok

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Crece el mercado negro de la madera
Angel Iturralde

El mercado "negro" de madera en México no sólo es de los principales enemigos de la devastación de los bosques nacionales sino que genera utilidades ilícitas de por lo menos 4 mil 200 millones de pesos anuales, por lo que en la Cámara de Diputados se planteó la transformación integral en protección, comercialización y explotación sustentable de la riqueza forestal.

En el país se estima que el 50 por ciento de la madera comercializada tiene un origen ilegal, por lo que en base al precio de madera en rollo se estima que el valor de lo que se vende en el mercado de manera clandestino alcanza esa millonada, en detrimento de los productores e industriales forestales que son víctimas de una competencia desleal.

En la exposición de motivos planteada por la diputada del PRD, Graciela Saldaña Fraire, a la que se sumaron legisladores de otros grupos parlamentarios, se establece que México cuenta con una vasta superficie de más de 85 millones de bosques, de los cuales a partir del 2005 se pierden en promedio 155 mil hectáreas anuales.

Señaló que el sector forestal ha sido uno de los más olvidados en las políticas públicas de los últimos gobiernos, ha propiciado que buena parte de las regiones forestales del país, sufran procesos de serio deterioro de sus tierras forestales, dilapidándose su potencial para las comunidades que las habitan.

"En las acciones de gobierno no se manifiesta que se combate verdaderamente el rentismo forestal, donde las comunidades mal venden sus recursos a verdaderos talamontes, sin beneficio alguno a sus habitantes y con la consecuente pérdida de espacios de vida para un sinnúmero de especies de la vida silvestre", advirtió la legisladora del sol azteca, al subrayar que el 71 por ciento de ejidos y comunidades no están organizados para la producción forestal o son presas el rentismo.

Saldaña Fraire, también se refirió al fracaso del programa sectorial del Medio Ambiente y Recursos Naturales, que tenía como meta reforestar 2.4 millones de hectáreas en cuatro años, el cual terminó en sólo una política mediática, pues el 53.3 por ciento de los mil 930 millones de árboles, los cuales por ineficiencia y abulia mueren en sus primeras fases de crecimiento.

Por ello en su reforma a la Ley General de Desarrollo Forestal, la diputada propone la integración de una Junta de Gobierno en un Servicio Nacional Forestal, conformado por un titular, apoyado por los secretarios de Defensa Nacional, Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Medio Ambiente, Hacienda y Crédito Público, Economía, Turismo y Comisión Nacional del Agua.

En el mismo también se integrará a los gobernadores y el Jefe de Gobierno del DF, el titular de la Procuraduría del Medio Ambiente, así como de los responsables de entidades que tengan relación con el sector forestal.

De esta forma, apuntó, se trabajará de manera coordinada en la inspección y vigilancia forestal, protección e incendios, gestión administrativa y descentralización forestal, sistemas de información, comercio y fomento económico.

La diputada perredista explicó que no obstante que el artículo 115 de esa ley establece la necesaria acreditación de la legal procedencia del transporte de materias primas forestales hasta su centro de almacenamiento o transformación con la documentación expedida por la autoridad competente, ese mandato legal ha quedado en el papel o como fuente de extorsión.

"Es preocupante que en la actualidad no exista la posibilidad de que carpinterías, madererías, centros de producción de muebles, sólo se limiten a presentar un aviso sobre sus actividades conforme al artículo 117, pero sin dar fe de la documentación oficial en la materia prima adquirida (madera)", expresó la diputada.

Ante la omisiones y vacíos legales que permiten el deterioro ambiental, el mercado negro de maderas, el traslado y almacenamiento clandestino de materia prima, el rentismo ligado a la creciente actividad delictiva de talamontes, el daño económico a la nación y la devastación en la que está sumida la riqueza forestal, se propuso la transformación total de la norma, la cual tuvo la empatía de diputados de todos los "colores" partidistas.